Un árbol por "kuro obi" (2): Pedro Martín Fernández

Pedro Martín Fernández (Pedrito), otro de los alumnos más veteranos del club de karate alhameño, ya tiene su árbol personalizado.

 Pedro no solo es un referente en el mundo del karate, sino también en otros deportes, especialmente en su trabajo con el fútbol infantil en Alhama. Su pasión por el deporte y su compromiso con las nuevas generaciones lo han convertido en un pilar fundamental para el desarrollo de los jóvenes deportistas. A lo largo de los años, ha sido un incansable colaborador en diversas iniciativas deportivas de la localidad, destacándose por su capacidad de inspirar a los más pequeños, inculcándoles los valores de esfuerzo, compañerismo y respeto.

 Antonio Mateo, director técnico del club deportivo Alhama-Ippon, ha querido honrar este espíritu sembrando un árbol por cada uno de sus alumnos que alcanza el cinturón negro de karate, y en el caso de Pedro, este gesto cobra un significado especial. No solo celebra su logro dentro del karate, sino también su constante contribución al deporte de base en Alhama.

 Los árboles plantados, pinos de hoja perenne, simbolizan la durabilidad y firmeza de los valores que se enseñan en el dojo. Al igual que estos árboles permanecen verdes todo el año, el compromiso de Pedro con el deporte y con la comunidad alhameña es un ejemplo perenne de dedicación. El cinturón negro que logró es un reflejo de su esfuerzo constante, tanto en el tatami como fuera de él, en su incansable labor con los más jóvenes.

 Esta tradición de plantar un árbol por cada alumno que obtiene el cinturón negro refleja no solo la superación personal de cada practicante, sino también una profunda conexión con la naturaleza. Tal como el árbol crece y se fortalece con el tiempo, cada alumno va forjando su camino con perseverancia, aprendiendo a ser firme como un tronco y flexible como las ramas.

 Desde la web de Alhama Comunicación, seguiremos informando sobre cada nuevo árbol que lleve el nombre del alumno, de los que han obtenido el cinturón negro, celebrando tanto su logro individual como su conexión con la naturaleza y con la comunidad. En cada árbol plantado, se rinde homenaje a la vida y al crecimiento, igual que en el deporte, donde el esfuerzo de hoy se refleja en el éxito de mañana.