
Manuel Fernández Guzmán (en la imagen superior), presidente de la Agrupación Pantano Avanza nos recibe en lo que fuera el patio del antiguo colegio de Los Bermejales, donde en su infancia él fuera alumno y yo, en mi etapa activa maestro, de diez alumnos de 5º, 6º, 7º y 8º de EGB. La elección de este espacio no es baladí pues para él es un lugar «mí mágico y simbólico» ya que resume la historia de su pueblo al haber transcurrido su infancia en una época en la que había «alrededor de 80 alumnos en este centro». Época a la que seguiría el éxodo rural y la despoblación que han concluido con el cierre la escuela cerrada por lo que ahora se ha convertido en «símbolo también de dejadez y de abandono».
Después nos trasladamos a la denominada maqueta que los vecinos denominan cariñosamente 'el Pantanico' cuyo estado también es prueba evidente del olvido en el que se encuentra esta población. Situado a la entrada de la presa era un sitio de encuentro de los jóvenes y adolescentes de las décadas de los 60, 70 y 80 que se reunían para comer pipas y entretener su tiempo con los coches que pasaban por la carretera. «Ese abandono nos ha llevado a aquellos niños y aquellos jóvenes a intentar recuperar algo de aquella de aquellas vivencias que teníamos en un pueblo maravilloso» explica antes de añadir que para detener ese declive y luchar por su renacimiento hace unos tres años les llevó a constituir la Agrupación Pantano Avanza para intentar «aunar esfuerzos entre la gente que tuvo que emigrar y la gente que ahora vemos con tristeza el estado de abandono».
El tercer enclave es el muro del Pantano, en una mañana soleada y tranquila que hace que las aguas del embalse se convierta en un precioso espejo, en el que se reflejan las cercaras orillas y las cimas lejanas de la Sierra Almijara. «Esta presa está hecha sobre la cerrada de los Bermejales y a partir de aquí empiezan los tajos y hay un sendero muy bonito que recomiendo a todo el mundo», indica convencido antes de reiterar la queja de las distintas instituciones «pues a pesar de la belleza de del entorno, estamos abandonados por las diferentes instituciones». Renglón seguido explica las distintas actuaciones que ha organizado desde la Agrupación desde la recuperación de fiestas tradicionales como la Candelaria y Domingo de Resurrección campaña de limpieza, publicación de artículos en Alhama Comunicación e Ideal, manifestaciones en contra del derribo de vivienda de los pabellones y ahora la publicación de un libro que lleva el título de 'Bermejales, historia de un pueblo orillado' (Ed. AcentuArte).
Tras regresar por nuestros pasos y enfilar la calle Zacatín, pasamos junto a la antigua cantina donde los trabajadores y empleados solían comenzar la mañana con la tradicional copa de coñac o aguardiente, y que también está en un lamentable abandono. Por las empinadas escaleras llegamos a la explanada de la iglesia de la Inmaculada desde la que se inicia el camino hasta el Mirador que nos ofrece una espléndida panorámica de la presa y el inicio de los Tajos del Cacín. Aquí Manolo explica aspectos relacionados con el contenido de este libro al tiempo que va mostrando sus páginas. «Es un libro que principalmente habla del pasado, pero también del presente y del futuro. El pasado, evidentemente, es un pasado que comienza ya en el año 1902. Hay una una cita en el Boletín Oficial del Estado hablando de la construcción de Bermejales, de la presa. Pasa el tiempo en en la República se hacen ya los primeros proyectos y las primeras obras también en el fondo de de lo que es ahora mismo la presa. Y seguimos avanzando, se construye la presa, el proyecto es de 1944 y bueno, se pone en marcha en 1958. Todo eso se cuenta en el libro».
También señala que ,en él se habla del presente que tenemos ahora mismo a nuestro alrededor y de las ideas para el futuro. el libro. A ello añade que «en el libro participan vecinos y vecinas de del pueblo que aportan sus testimonios, sobre todo su recuerdo de juventud, de niñez, de cuando vivían aquí, cuando el pueblo tenía una población aproximadamente de 400 a 500 habitantes. Se compone de 27 capítulos en los que se habla prehistoria porque estamos en un lugar donde en un kilómetro cuadrado aproximadamente se han encontrado hasta 13 sepulcros y tenemos una muestra en nuestro dolmen que está en la carretera de Fornes». Igualmente se hace referencia a los cortijos y molinos que quedaron sepultados por las aguas, de las tiendas y bares que funcionaron durante décadas y que desgraciadamente han ido desapareciendo poco a poco, sobre todo a partir de 2010 y del 2017 cuando el colegio cierra sus puertas. También se recoge la historia de la Asociación de Vecinos El Pinarejo que comenzó su andadura en el año 2001. En lo concerniente al futuro habla de del 'Proyecto Pueblo' que comenzaría con la recuperación de viviendas para atraer familias y de los posibles brotes verde con la llegada de los extranjeros ya que «un tercio de la población aproximadamente proceden ahora mismo de Reino Unido, de Holanda y algún que otro país». El libro se completa con una selección de fotos cedidas por los vecinos desde 1960 aproximadamente hasta ahora. Como curiosidad decir que cuenta con cuatro códigos QR, con los que los lectores acceder al Nodo de la inauguración del Pantano en 1961, dos extractos de películas rodadas en los años 60 en este enclave y al audio del precioso bolero escrito e interpretado por José Antonio Díaz, 'Jaramillo'.
Poco antes de que las pequeñas campanas de la iglesia anuncien las 11 de la mañana Manolo nos cuenta que la palabra orillado del titulo del libro tiene «una doble connotación: orillado por su ubicación, por estar a las orillas del pantano y una segunda, con un sentido negativo, por el estado de abandono en el que se encuentra encontramos efectivamente un poco orillados, «un poco apartado, un poco abandonado y dejados por las instituciones». Título que se completa con un clarificado subtítulo en el que se habla «del origen, del apogeo y del declive, donde nos encontramos por desgracia en este momento». A pesar de todo el grupo que preside se muestra optimista de ahí el nombre de su página de Facebook, 'Por el Renacimiento de los Bermejales' y este intento de darle una mayor identidad con la publicación de este libro que se presenta el sábado, 12 de julio, a las 20:30 h. en cuyo acto está prevista la intervención, junto al autor, de Ángeles Almenzar, representación de la agrupación Pantano Avanza, así como de Juan Manuel Romero, que como pantanero consorte ha esta colaborando y asesorando a este colectivo para resolver todo tipo de problemas burocráticos «sin cobrar ni un solo euro». Para terminar nos lee una pequeña sinopsis que va en la contraportada del libro junto con una preciosa foto aérea de lo que es el núcleo de viviendas: «'Lo Bermejales, un pueblo orillado' es un atributo contra la despoblación, nuestra némesis, ese fenómeno demográfico y territorial que deja las zonas rurales huérfanas de gente y de sueños, de proyectos y de vida. Con el paso de los últimos años, cada vez quedan menos vecinos y los que quedan se hacen mayores en soledad y silencio, víctimas del abandono instalado. Ponemos en valor la historia de los Bermejales, personas y lugares que nos trasladan a otra época y que, a la vez, nos proyectan hacia la búsqueda de un esperanzador futuro».
Tras la presentación el libro estará disponible en dos puntos de venta: el 'Camping Los Bermejales' y en Granada en 'La Cabaña del Río', cuyo propietario, Juan Luis Moreno, nació y pasó sus primeros en esta población.






El autor del libro de Los Bermejales, Manuel Fernández, nos presenta el libro en este vídeo
Nodo de 1961 donde aparece la inauguración del Pantano de Los Bermejales
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