Sepan todos cuantos leyeren y entendieren

Sepan todos cuantos leyeren y entendieren esta mi premática sanción que:

 Con motivo, causa y efecto de la programada visita de don Carnal Valero Xipòte, Benemérito, Muy Eximio e Ínclito Alguacil de Costumbres y Veedor de la Pública Moral y Privados Vicios se ordena:

 Que en tanto en cuanto se cumplimente el tiempo de Carnaval queda rigurosamente prohibida en todo el ámbito y territorio municipal la presencia de forma presencial en persona y personalmente de cualesquiertipo de gente desagradable, de gesto avinagrado, enfadado, cabreado, encabronado, indignado, o, simplemente, molesto.

 Que dicha gente del jaez, calaña y pelaje anteriormente descrita, caso de ser imprescindible, por razones, que deberán ser explicadas cuidadosamente, su presencia en la calle, no serán osados de hacerlo con la cara descubierta, ni con ropas que dejen ver, entrever  ni siquiera atisbar sus cuerpos, antes bien, irán con la cara totalmente tapada, rigurosamente vestidos de ropas, ropones, colchas y edredones lo suficientemente amplios como  para velar totalmente cualquier mínimo segmento de su persona que dé razón de su sexo, genero, religión color de la piel, filiación política y en general cualquier otro detalle.

 Otrosí digo que:

 La tapación o cubrición de la cara debe ser total y absoluta, no pudiendo quedar libre ni una oreja, ni un mínimo cabello, de tal forma que sea de todo punto y con absoluta imposibilidad hacer averiguación de filiación del caritapado.

 En cuanto a lo que será lícito decir a máscaras y mascarones, no podrán decir más que ¡Uuuuyyyyyy qué torpe, que no me conoces!, gritado a pleno pulmón y con voz lo más aguda y chillona posible. O cualquier otro dicho deciero propio de las impúdicas, libidinosas y licenciosas fiestas de las Carnestolendas.

  Permítese también a los embozados, tapados y enmascarados dar rienda suelta a la risa, el júbilo y la alegría, poniendo en sol, fa, si bemol o lo que requiera el son, toda suerte de autoridad ya celestial, ya terrenal que se oponga al disfrute de Nuestro Carnaval de Alhama.

 Anímase a todos cuantos decidieren participar de tales ocios a hacerlo con ese espíritu transgresor y libertario de nuestros padres y abuelos que corrían delante de los civiles, pero con la cara tapada ¡No ni ná!

 Para quienes osasen desobedecer esta premática vengo en establecer multa de haberes, consistente en pagar una o varias, según sea el hecho sancionable, “convías” a miembros de murgas, comparsas y agrupaciones. O en su defecto, a redactores, reporteros y afotistas de medios acreditados.

 Dado aquí y ahora.

 Firmado por: Chusmo Melaempuña Pertinaz. Escribidor de Polladas.