Donde el corazón te lleve

"Donde el corazón te lleve" no es solo un consejo, es una filosofía, una forma de encontrar sentido en cada paso de la vida. 

 Esa vida que es un instante mágico que se oculta en cada gesto, en cada camino que tomamos, un latido profundo que nos liga con lo que amamos y deseamos. Y si nos detenemos a observar, veremos cómo esta verdad late en los corazones de cada uno de nosotros.

 En la escuela, los niños escriben con los dedos tintados de sueños. Cada reglon que llenan con palabras o colores es un reflejo de su corazón latiendo por descubrir, por aprender. No solo están en un aula; están en un universo donde los mapas conducen a mundos por explorar, y donde las matemáticas no son solo números, sino el código para construir puentes hacia sus sueños. Sus risas, sus juegos, sus miradas cómplices son un recordatorio de que ellos siempre siguen donde su corazón los llama: a la amistad, a la imaginación, a la esperanza.

 En cualquier camino que tomamos, nuestros pasos persiguen el horizonte, pero también algo más profundo: el eco de nuestros propios pasos resonando en la tierra. Cada uno de nosotros somos senderistas que seguimos la senda de nuestro camino interior. Un camino hacia una búsqueda, una búsqueda que no siempre tiene un destino fijo, porque a veces lo que importa no es la meta, es sencillamente caminar, perderse y encontrarse en la simplicidad del viento, en el susurro de las hojas, en el polvo del camino.

 Y, en las plazas y salones de baile, las bailadoras,y bailarines,  se mueven al ritmo de la música que parece surgir del centro de su ser. Cada giro, cada paso, cada mirada, cada risa entre compases es un canto de la libertad, de argumento que los impulsa a vivir intensamente el momento. Bailar es una expresión pura del corazón, una forma de dejarse llevar por la melodía de la vida.

 Niños en las aulas, senderistas en los caminos y bailadoras en el baile. Tres escenarios distintos, un solo hilo conductor: el corazón que los impulsa a seguir adelante, a ser auténticos. Es en ese impulso donde radica la belleza de sus historias, de sus vidas. Así, "Donde el corazón te lleve" se convierte en un mantra para todos, recordándonos que vivir plenamente es, en esencia, dejarnos guiar por lo que verdaderamente nos hace latir

Donde el corazón te lleve

Donde el corazón te lleve,
allí caminarás,
como luz en la sombra perdida,
como un murmullo en los silencios.
No importa si hay tormentas,
ni si el cielo oscurece.

Allí esperan los campos
con su verde eterno eco,
y el agua clara que corre
guarda secretos del tiempo,
de la certeza que nunca perece.
Que tu paso nunca vacile,
cuando guía un sentimiento;
cada vereda es una esperanza,
cada meta, un universo.
El paso avanza callado;
es la fe quien marca el rumbo,
y el suspiro, su legado.

La flor de la vida,
brotando entre las espinas,
es un latido que llama,
como luz de un alma encendida;
seguirás siempre adelante,
donde el corazón te guíe,
donde el corazón te lleve.