Conmemoración del 137 Aniversario de la reconstrucción de Santa Cruz del Comercio


Un acto que puso de relieve, tras una tragedia, el valor de la “Solidaridad”.

 El pasado viernes, 27 de julio de 2024 a las 9 de la noche, Santa Cruz del Comercio celebró el 137 aniversario de su reconstrucción tras los devastadores terremotos de 1884. El acto, que tuvo lugar en la plaza del ayuntamiento y contó con la presencia de autoridades locales, provinciales y regionales, así como con una nutrida representación de vecinos y vecinas del municipio.

 La alcaldesa, Ángeles Jiménez Martín, dio la bienvenida a los asistentes y presentó un emotivo vídeo que narraba la historia de la catástrofe y la posterior reconstrucción del pueblo. "Esta noche conmemoramos no solo la reconstrucción física de nuestro pueblo, sino también el espíritu de solidaridad que hizo posible ese renacimiento", declaró la alcaldesa.

Andrés García Maldonado, periodista, académico e historiador, ofreció una detallada exposición sobre el papel crucial que jugó la prensa en la difusión de la noticia y la movilización de ayuda. García Maldonado destacó la figura de Luis Seco de Lucena, director del periódico El Defensor de Granada, cuya labor fue fundamental para atraer la atención y el apoyo hacia Santa Cruz y otras poblaciones afectadas.

- El vicerrector de la Universidad de Granada, Juan Manuel Martín García, habló sobre la importancia de la investigación histórica en la preservación de la memoria colectiva. Martín García, quien tiene vínculos familiares con Santa Cruz del Comercio, enfatizó el papel de la universidad en la generación y transferencia de conocimiento a la sociedad.

Pedro Fernández Peñalver, delegado del Gobierno de España en Andalucía, cerró las intervenciones con un discurso que puso en valor la resiliencia y el espíritu de comunidad de Santa Cruz del Comercio. "La reconstrucción de este pueblo es un testimonio de lo que se puede lograr cuando una comunidad se une frente a la adversidad", afirmó Fernández Peñalver.

- El acto concluyó con el espectáculo “Latas”, a cargo de la compañía D’Clik, que deleitó a los asistentes con su actuación.

 Esta conmemoración no solo sirvió para recordar un capítulo crucial en la historia de Santa Cruz del Comercio, sino también para reafirmar los valores de solidaridad y unión que caracterizan a este municipio granadino. Como señaló la alcaldesa en sus palabras de cierre, "El espíritu que hizo posible la reconstrucción de nuestro pueblo hace 137 años sigue vivo hoy, y es el motor que nos impulsa hacia un futuro lleno de oportunidades".

Secuencia del acto
- Actuación del “Trío de cuerdas de Granada”. 
– Intervención de la alcaldesa de Santa Cruz del Comercio, Ángeles Jiménez Martín.
– Proyección de un vídeo realizado para este acto sobre el terremoto.
– Intervención del académico de las Reales Academias de Bellas Artes de Granada y Málaga, Andrés García Maldonado.
– Intervención vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado, Juan Manuel Martín García.
– Intervención delegado del Gobierno de España en Andalucía, Pedro Fernández Peñalver.
– Espectáculo “Latas”, de la compañía D’Clik.
– Aperitivo y música.

 El inicio del acto lo hizo la alcaldesa, tras la interpretación de varias piezas musicales que ejecutó el “Trío de cuerdas de Granada”, narrando y rememorando lo ocurrido en aquella fatídica noche, con música de un violín de fondo que tocaba uno de los componentes del “Trío de cuerdas de Granada”, mientras en una gran pantalla se proyectaban imágenes de la tragedia, y también de algún personaje que fue pieza clave en la reconstrucción, no lo de Santa Cruz del Comercio, si no también de los demás pueblos afectados.

Con voz solemne, Ángeles, la alcaldesa, iniciaba el relato:

 La mayor parte de sus casas a tierra van. Extraídos 13 cadáveres de los escombros, no se tienen más pormenores. Esta telegráfica noticia era la primera que aparecía en el diario El Defensor de Granada sobre la situación en la que se encontraba Santa Cruz tras los terremotos de la noche de Navidad de 1884. La noticia aparecía en la edición del día 29 de diciembre del mencionado diario, cuatro días después de producirse la enorme catástrofe y quedar tan duramente afectado nuestro pueblo.

 Una información que nos acerca a lo que concretamente sucedió en Santa Cruz la tenemos en la crónica que publicó El Defensor de Granada el día 6 de enero de 1885, bajo el título "Viaje a Santa Cruz", y en la que, entre otras cosas, dice: "Santa Cruz es un pueblecito de 800 vecinos enclavado en el partido judicial de Alhama. Se componía de 230 y tantos edificios fabricados con recios muros de piedra y yeso, y estaba reclinado en la vertiente del río Alhama y a una legua de esta población y a otra de Moraleda de Zafayona. Esa noche, estaba casi todo su vecindario despierto a la lumbre, pasando dulcemente la velada, cuando a eso de las 9, la tierra se agitó con un movimiento de tanta intensidad que los que estaban sentados en silla fueron despedidos y lanzados al suelo con violencia. Al fuerte movimiento lo acompañó un rugido. Siguieron algunas oscilaciones de norte a sur, unidas al ruido que producían al hundirse todos los edificios de la localidad, incluso la iglesia con su robusta torre. Pasaron la noche en la era llorando y rezando, y al amanecer comprendieron la intensidad de su desgracia. Todo el pueblo se había hundido. De la ruina extrajeron 13 cadáveres y varios heridos, uno solo de gravedad. Lo que ofrece Santa Cruz es horrible. Ni una casa ha quedado en pie. Se ha perdido el rastro de muchas calles y por otras no se puede transitar porque las cubren montones de escombros. La iglesia, que era fortísima, ha venido abajo desde su cimiento. En principio no se supo de la catástrofe en la que estaba sumida Santa Cruz, pero es que cuando se supo tampoco se estuvo para socorrerla urgentemente como correspondía. Concretamente, El Defensor de Granada, el 3 de enero de 1885, comentaba: 'Santa Cruz de Alhama es, como saben los lectores, uno de los pueblos que más han sido castigados por los terremotos. También es el más olvidado por las autoridades, pues allí no se han recibido hasta ahora recursos de ningún tipo'. La prensa tardó en informar de la grave situación en la que se encontraba Santa Cruz, pero tras la primera visita del ilustre periodista, director de El Defensor de Granada, Luis Seco de Lucena, la prensa fue decisiva para la ayuda primero y después para la reconstrucción de nuestro pueblo.

 Seco de Lucena escribió: 'La primera expedición que hice fue a Santa Cruz de Alhama, donde me dirigí el 3 de enero acompañado por mi querido amigo, el médico militar Don Francisco Trio Valdivia, que llevó material quirúrgico, y Don José Guerrero Jiménez, corresponsal de El Defensor, que conocía muy bien aquella zona. Habiendo acordado previamente con algunos comercios de Granada y las fábricas de harina de Fornes y Dúrcal el suministro de víveres, con mi V en Santa Cruz, donde casi todas las casas se hundieron. Después de infundir ánimo a los supervivientes, que llevaban 8 días sin comer y solo pensaban en rezar y morir porque el espanto les sugería la convicción de que había llegado el fin del mundo, constituimos una junta dotándola de arroz, bacalao y harina para alimentar a todo el pueblo durante 25 días, socorriendo con vestidos, abrigo y medicina a los más necesitados y premiando a los vecinos que se distinguieron en la catástrofe por sus actos de heroísmo y caridad'.

 A partir de aquellos días, Luis Seco de Lucena no dejó de preocuparse por los pueblos granadinos afectados por los terremotos, especialmente por Santa Cruz. Concretamente, volvería a nuestro pueblo con más ayuda el 16 de enero, así como en sucesivas fechas de los meses siguientes. Ya a mediados de aquel mismo mes de enero de 1885, gestionó, sufragadas por el círculo de La Unión Mercantil de Madrid, el destino de distintas casetas de madera para Santa Cruz, construyéndose poco después 20 casetas más por cuenta de El Defensor de Granada.

 Santa Cruz puso pronto de manifiesto su mejor gratitud hacia tan singular benefactor y así, en cabildo celebrado el 8 de febrero de 1885, acordaba por unanimidad nombrar hijo adoptivo de Santa Cruz a Don Luis Seco de Lucena y que el antiguo barrio de Valenzuela se llamara, para eterna memoria de nuestro inolvidable protector, barrio de Seco de Lucena. Seco de Lucena, además de esta atención y entrega en favor de poblaciones duramente afectadas por los terremotos, además de la labor que llevó a cabo El Defensor de Granada, hizo algo decisivamente trascendental para que despertase el sentimiento de solidaridad, primero a nivel de toda España y después a niveles internacionales, comenzando a beneficiarse, en el primero de los casos, la misma Santa Cruz.

 La prensa desplegada en favor de las poblaciones afectadas hizo que en Madrid, autoridades y representaciones de todo orden y nivel se interesaran por los afectados por los terremotos de Andalucía. Así, el 20 de enero llegaba a Granada una importante representación del círculo de La Unión Mercantil de Madrid. Meses más tarde, su presidente Carlos PL se hacía cargo de la reconstrucción de nuestro pueblo. El 21 de octubre de 1887 se verificaba solemnemente la inauguración del pueblo reconstruido de Santa Cruz de Alhama, que pasaba a denominarse Santa Cruz del Comercio en justo agradecimiento a la unión del círculo mercantil de Madrid.

 La víspera de aquel día inaugural estuvo llena de alegría y júbilo, recibiendo el pueblo autoridades e invitados, celebrándose una santa misa y, tras esta, el ofrecimiento de un banquete servido por el hotel Washington de Granada, y además fiesta con baile durante toda la tarde y noche en la plaza del pueblo, al que asistieron prácticamente todos nuestros antepasados.

 Hoy, 137 años después, los vecinos y vecinas de Santa Cruz del Comercio seguimos agradeciendo y reconociendo las muestras de solidaridad y caridad que recibieron nuestros antepasados.

 Santa Cruz del Comercio, el pueblo de la solidaridad. Santa Cruz del Comercio se yergue en la ladera de un cerro que mira a poniente. Sus casas blancas ofrecen una imagen que queda en la retina del viajero. Sus gentes acogen al forastero con tal calidez que el visitante pronto deja de serlo para convertirse en uno más de los vecinos. Los santacruceños llevan la solidaridad escrita en la frente porque saben lo que es renacer desde la nada.

 Año 1884, Nochebuena. Las familias de Santa Cruz de Alhama se preparan para pasar esa festividad juntos, compartiendo lo que tienen. Pero a las 9 de la noche la tierra tiembla, todo se viene abajo, vidas y haciendas. Los santacruceños salen despavoridos de sus casas y se refugian en la era al raso. Al amanecer, el desastre se muestra en toda su crudeza: 13 personas muertas y decenas de heridos, aunque no de gravedad. Casas humildes, sin cimientos, fueron destruidas por la violencia del terremoto. También se vinieron abajo el ayuntamiento y la torre de la iglesia. Aquel mal sueño, sin embargo, tuvo poco a poco el mejor de los despertares posibles. Toda España e inclusive el extranjero se volcaron con Santa Cruz y las localidades vecinas tras el desastre. Miles de personas enviaron ayuda de todo tipo, alertadas por los artículos escritos por el periodista Luis Seco de Lucena de El Defensor de Granada.

 Corporaciones como el círculo de La Unión Mercantil e Industrial, los colegios profesionales, las asociaciones de la prensa o decenas de empresarios y fabricantes de las mercancías más diversas pusieron su granito de arena en la reconstrucción paulatina de Santa Cruz. Harina, bacalao, telas para coser ropa, medicinas. Las noches al raso dejaron paso a las cabañas de madera y estas, poco a poco, a la reconstrucción de casas y edificios principales como el ayuntamiento y la iglesia.

 En apenas tres años desde la noche infausta, Santa Cruz de Alhama, hoy Santa Cruz del Comercio, en homenaje a la ayuda que los comerciantes prestaron al pueblo, comenzó a escribir la segunda parte de su historia. Hoy, aquel pueblo, en su día roto por la desgracia, es un ejemplo de unión y buena vecindad, ajeno a los estragos de la especulación y la explotación egoísta del territorio, la plaga del siglo XX. Ha sabido conservar su esencia de pueblo cercano, amable y hospitalario con quien se acerca a disfrutar de su entorno. Un lugar económicamente próspero en su modestia, que continúa viviendo en buena parte de los productos autóctonos como la almendra. Un amplio calendario de celebraciones y fiestas sirve para que los santacruceños reivindiquen esa ayuda mutua y buena vecindad que es su seña de identidad y que se manifiesta entre naturales y foráneos, entre mayores y pequeños, entre hombres y mujeres, que comparten el objetivo de que Santa Cruz sea hoy, mañana y siempre el pueblo de la solidaridad.

Tras sus palabras se proyectó un vídeo realizado al efecto
Santa Cruz del Comercio, el pueblo de la solidaridad

 Santa Cruz del Comercio se yergue en la ladera de un cerro que mira a poniente. Sus casas blancas ofrecen una imagen que queda en la retina del viajero. Sus gentes acogen al forastero con tal calidez que el visitante pronto deja de serlo para convertirse en uno más de los vecinos. Los santacruceños llevan la solidaridad escrita en la frente porque saben lo que es renacer desde la nada.

 En 1884, en el día de Navidad, las familias de Santa Cruz de Alhama se preparaban para pasar esa festividad juntos, compartiendo lo que tenían. Pero a las 9 de la noche, la tierra tembló y todo se vino abajo: vidas y haciendas. Los santacruceños salieron despavoridos de sus casas y se refugiaron en la era, al raso. Al amanecer, el desastre se mostró en toda su crudeza: 13 personas muertas y decenas de heridos, aunque no de gravedad. Casas humildes sin cimientos fueron destruidas por la violencia del terremoto; también se vinieron abajo el ayuntamiento y la torre de la iglesia.

 Aquel mal sueño, sin embargo, tuvo poco a poco el mejor de los despertares posibles. Toda España e inclusive el extranjero se volcaron con Santa Cruz y las localidades vecinas tras el desastre. Miles de personas enviaron ayuda de todo tipo, alertadas por los artículos escritos por el periodista Luis Seco de Lucena del Defensor de Granada. Corporaciones como el Círculo de la Unión Mercantil e Industrial, los colegios profesionales, las asociaciones de la prensa y decenas de empresarios y fabricantes de las mercancías más diversas pusieron su granito de arena a la reconstrucción paulatina de Santa Cruz: harina, bacalao, telas para coser ropa, medicinas. Las noches al raso dejaron paso a las cabañas de madera y estas, poco a poco, a la reconstrucción de casas y edificios principales como el ayuntamiento y la iglesia.

 En apenas tres años desde la noche infausta, Santa Cruz de Alhama, hoy Santa Cruz del Comercio, en homenaje a la ayuda que los comerciantes prestaron al pueblo, comenzó a escribir la segunda parte de su historia. Hoy, aquel pueblo, en su día roto por la desgracia, es un ejemplo de unión y buena vecindad. Ajeno a los estragos de la especulación y la explotación egoísta del territorio, la plaga del siglo XX, ha sabido conservar su esencia de pueblo cercano, amable y hospitalario. Un lugar económicamente próspero en su modestia, que continúa viviendo en buena parte de los productos autóctonos como la almendra. Un amplio calendario de celebraciones y fiestas sirven para que los santacruceños reivindiquen esa ayuda mutua y buena vecindad que es su seña de identidad y que se manifiesta entre naturales y foráneos, entre mayores y pequeños, entre hombres y mujeres que comparten el objetivo de que Santa Cruz sea hoy, mañana y siempre el pueblo de la solidaridad.

Terminada la proyección del vídeo, Ángeles dio paso a los intervinientes

 Buenas noches, delegado del gobierno, vicerrector académico de la Real Academia de Bellas Artes, diputadas y diputados provinciales, alcaldesas, alcaldes y demás autoridades, compañeras, compañeros, amigos y amigas, concejalas que vienen de municipios vecinos y vecinas de Santa Cruz del Comercio y de otros pueblos que hoy nos acompañan. Muchas gracias a todos por asistir al 137 aniversario de la reconstrucción de nuestro pueblo de Santa Cruz del Comercio.

 Hemos comprobado la importancia de la prensa ante una crisis humanitaria como fue la de los terremotos de 1884. Nadie mejor para representar a la prensa que nuestro querido Andrés García Maldonado. Andrés es autor del libro de Santa Cruz y los terremotos de 1884 y creador de nuestra bandera y nuestro escudo, académico de las Reales Academias de Bellas Artes de Granada y Málaga, periodista y cronista de Alhama y comarca. Fue además presidente de la Federación de Asociaciones de la Prensa en Andalucía. Gracias, Andrés, gracias por todo lo que has dado a este pueblo. Sabes todo lo que te queremos y todo lo que te valoramos.

Intervención de Andrés García Maldonado, historiados, periodista y académico 

 Muchas gracias, señora alcaldesa, señor delegado del gobierno de la nación, señor vicerrector, señores miembros de la corporación provincial y de las corporaciones locales de nuestra comarca, señora alcaldesa de Cacín, señora vicepresidenta del Patronato de Estudios Alhameños, señor director de Alhama Comunicación, señoras y señores de nuestra tierra. Yo vengo aquí siempre con la mayor de las satisfacciones y lo tengo que decir porque la alcaldesa sabe gestionar y llevar a cabo su labor para que cuando se le invite a uno venga al menos con la satisfacción de que va a aportar algo. Tuve la ventaja de llevarme el primer escudo de oro hace 25 años de este pueblo, y eso hace lógicamente mi obligación de afecto y de colaboración siempre con todo su apoyo y con todo su afecto.

 Después de la intervención de la señora alcaldesa y de lo que hemos visto del vídeo, creo que es suficiente para hacernos una idea de lo que sucedió aquí entonces. Mi misión, aparte de entrar en la prensa por esa vinculación histórica de tantos años y tantos cargos a nivel tanto regional como nacional de la prensa, es también como historiador y sobre todo porque el terremoto de Andalucía tiene una vinculación especial con esta tierra. No voy a ser muy pesado, de verdad. Los denominados terremotos de Andalucía están considerados, de los sismos conocidos, uno de los más grandes que asolaron a España a lo largo de su historia. Ocurrieron aproximadamente a las 9,8 segundos de la noche de Navidad. Los primeros y más importantes movimientos sísmicos constaron de dos series distintas de oscilaciones separadas por un pequeñísimo intervalo de reposo. En ambas series, mientras los choques eran laterales en una zona y poblaciones en otra, eran tanto laterales como verticales. La primera serie duró tan solo unos 10 segundos, pero lamentablemente las oscilaciones, que habían sido iguales en intensidad en un primer momento, comenzaron a crecer y crecer en una segunda serie rápida, vertiginosa y bruscamente, en un quiebro que fue lo que ya llevó a la catástrofe.

 El foco principal de estos terremotos se halló debajo de la caliza jurásica inmediata a Zafarraya. La línea de marcha del fenómeno sísmico por las quiebras marcadas por la vaguada de los ríos que tienen su origen en lo alto de las tierras. En total, afectadas fueron 107 poblaciones de las provincias de Málaga y de Granada. Pero el terremoto se sintió prácticamente en una longitud de 200 km con una anchura de 80. Fue en concreto sentido, por ejemplo, en Cáceres, Madrid, Valencia, Segovia y toda esa parte y, por supuesto, en Andalucía. Murieron para hacer las poblaciones afectadas 107. La mayoría tan pequeñas y con tan poca población, unas 900 personas murieron en aquel momento y otras 100 quedaron heridas, muchas de ellas de muerte. Nadie quedó libre de amargura y espanto.

 La extensión fue especialmente en las provincias del oeste de Málaga, la Axarquía, y del este de Granada, lo que es Alhama. Además de los 13 muertos y 19 heridos citados en Santa Cruz de Alhama, Arenas del Rey, Jayena, Albuñuelas, Ventas de Zafarraya, Zafarraya, Periana, Alcaucín, Canillas de Aceituno, Vélez-Málaga tuvieron muchos muertos. Alhama tuvo 307 muertos y 502 heridos. Arenas del Rey tuvo 135 muertos y 253 heridos graves. Derrumbe, desastre, catástrofe, hundimiento, deslizamiento de edificación en terreno, desaparición de caminos y hasta del agua del balneario de Alhama, que desaparecieron aquella noche y no volvieron a aparecer hasta el día 27. Con la curiosidad de que nació un nuevo balneario, el que conocemos por nuestro balneario.

 Poblaciones enteras se vinieron abajo. Alhama, la que mayor sufrió por su extensión, también con Arenas del Rey, que cayó entera hasta el punto que tuvo que ser reconstruida en otro lugar frente al que ocupa hoy. Influyó todo tipo de construcción y la pobreza de los edificios en el caso de la entonces Santa Cruz de Alhama, donde la parte alta del pueblo sufrió más que la baja. Aquí influyó por un lado la distinta composición del terreno en la parte alta, formada por margas escaladas con yeso, y por la topografía, dado que la pendiente era mayor en la indicada parte.

 Luis Seco de Lucena movilizó a la prensa, no solo la de Granada, sino la de toda España y a nivel mundial. Hubo ejemplos realmente extraordinarios de solidaridad. En 1962 o 1963, cuando se empezó la primera facultad de periodismo en Madrid, uno de los temas que se empleaban como valor de la prensa en su ejercicio era la respuesta ante el terremoto. La prensa dio un ejemplo sin lugar a duda. Recorrió toda España y se hizo internacional. Hispanoamérica se comportó con una maravilla extraordinaria de solidaridad. Incluso Japón y Marruecos ofrecieron toda su ayuda.

 Estos actos, querida Ángeles, no pueden dejar nunca de hacerse para que los seres que sientan a sus tierras, a su persona y a su pueblo no olviden la historia. Se trató de un verdadero movimiento de solidaridad, se montó un operativo que sin ser lo que actualmente es la Cruz Roja, funcionó perfectamente. No se olvidará la gestión del rey Alfonso XII que se desplazó a la comarca y que había donado parte de su patrimonio y había movilizado a instituciones, organismos y organismos nacionales e internacionales. Esta lección tan extraordinaria de la historia no tiene que olvidarse jamás, menos aún ahora, cuando nos envuelven los egoísmos personales, colectivos, la sociedad del bienestar en que nos hallamos. Así es como estamos inmersos en esa comodidad. Por eso lo estamos viendo aquí, en Santa Cruz del Comercio. Porque, además, aquellos momentos y su historia y este municipio no es casualidad, Ángeles, que cuando vosotros decís "vivimos en el pueblo de la solidaridad" sea una realidad, una realidad. No es que lo digáis ni que lo proclaméis, sino que estáis viviendo y yo mismo he sido testigo de ello.

Muchísimas gracias.

 Ángeles, aprovechó para dar las gracias al realizador del vídeo: “Desde aquí también agradecerle a Estudio Sur, a Juan Carlos, por el trabajo tan magnífico que ha hecho”, y presento al siguiente invitado,

 La ciudad de Granada, consciente de que nos encontramos en la región española con mayor actividad sísmica, ha dado lugar a que, desde principios del siglo pasado, funcione un observatorio sísmico en Granada. Hoy nos acompaña Juan Manuel Martín García, vicerrector de ordenación académica y profesorado de la Universidad de Granada, profesor de la Universidad de Historia del Arte y persona clave en la investigación y recopilación de datos para los terremotos de 1884, poniendo así de manifiesto la labor que la universidad tiene como objetivo: crear conocimiento y difundirlo. Además de todo eso, tengo la suerte y el orgullo de decir que es mi primo hermano, entonces estoy súper contenta de que esté aquí junto a mi primo y mi prima, que están aquí también. Estoy encantada de que estéis aquí en nuestro pueblo.

Intervención de Juan Manuel Martín García, vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado

 Buenas noches, realmente no sé si estoy aquí más como vicerrector de ordenación académica y en parte, por tanto, representante de la Universidad de Granada, que como dice Ángeles, como primo de la alcaldesa, lo que realmente me hace mucha, mucha más ilusión. Señor delegado del Gobierno en España, querido Andrés, que además llevamos una semana en la que estamos aprendiendo, yo más que en algunas conversaciones, representantes de la Diputación y de algunos otros ayuntamientos de la zona, miembros además del equipo de gobierno de este ayuntamiento, querida alcaldesa, querida Ángeles, lo primero agradecer que se haya dado la ocasión para participar en este, creo, acto de reivindicación, pero en este caso de una reivindicación de algo de lo que tanto necesitamos en nuestros días, que es la solidaridad, el compromiso. Creo que lo que ocurrió en este pueblo hace 137, 140 años, es un ejemplo mayúsculo de lo que debería no ser un ejemplo, sino un comportamiento continuo, pero que por desgracia no ocurre. Por lo tanto, como decía, agradezco muchísimo que se haya dado la ocasión.

 Efectivamente, hace 140 años del terremoto que asoló esa noche de Navidad este pueblo, el pueblo entonces de Santa Cruz de Alhama, que acabó, como se ha indicado, con la vida de algunos de sus vecinos, 13 en concreto, con una veintena de heridos y cuantiosas pérdidas de ganado y de grano, sin contar, como también se ha señalado, la destrucción de casi todo el caserío. Por la información que se pudo sacar, que se pudo obtener, podemos pensar que aproximadamente más del 90% de las casas que tenía entonces Santa Cruz se vinieron abajo, y además su iglesia, posiblemente en ese momento su edificio más singular.

 Hace 137 años se produjo también otro acontecimiento, en este caso mucho más feliz, que fue la reconstrucción, gracias, como decía, al triunfo de la caridad. Las dos placas que aparecen a ambos lados de la puerta principal del ayuntamiento recuerdan la destrucción hace 140 años y su reconstrucción hace 137. Y es en esa placa a mi izquierda donde se habla de la caridad, de la solidaridad que hizo posible su reconstrucción, una caridad representada, como también se ha dicho, por el Círculo de la Unión Mercantil e Industrial y, sobre todo, por la encomiable labor de quien fue uno de los impulsores de tamaña empresa. Se ha mencionado la figura de Luis Seco de Lucena, de Don Luis Seco de Lucena. En este pueblo, aun habiendo pasado ya tanto tiempo, no puede dejar de recordarse, y creo que esta noche es un buen ejemplo de ello, cómo la bonomía, el sentido del bien y de la oportunidad permanente por hacer el bien a los demás, de la que tanto necesitamos, como decía, en la actualidad, dio un magnífico, un extraordinario ejemplo. No extraña, como bien se indicó y bien lo indicó en su momento Andrés en el magnífico trabajo sobre la historia de Santa Cruz y en particular sobre su escudo y sus banderas, que se decidiera, y yo creo que con muy buen tino y con mucho acierto, incluir en el escudo el petaso de Mercurio, el dios del comercio, y la pluma del ave, el símbolo del periodismo, que hoy yo creo siguen siendo señas de identidad de un pueblo que reconoce y que agradece a quienes, en aquellos duros momentos, fueron sus principales benefactores.

 Bueno, pues decía, 140 años de la destrucción, 137 de la reconstrucción, y casualmente 25 años desde que pude tomar parte, leía estos días en ese libro, con motivo del escudo, se hablaba de un joven investigador, efectivamente era un joven investigador. Pues tuve la suerte de tomar parte casi como de un documentalista en la recopilación de datos y en la elaboración de unas breves notas que fundamentalmente sirvieron para aportar mi granito de arena a ese magnífico trabajo que Andrés pudo hacer y pudo ofrecer a este pueblo para reconocer pues todo lo que había significado ese acontecimiento, como digo, grave y dramático, pero que la solidaridad, la caridad, lo convirtió en un ejemplo a seguir. Yo entonces prácticamente me encontraba iniciando mis primeros trabajos de investigación y reconozco que fue una oportunidad extraordinaria para hacer algo que desde entonces no he dejado de hacer, aunque hayan pasado ya 25 años, que no es otra cosa, y ese es el espíritu que nos guía a los universitarios, que acudir a la fuente, generar conocimiento y, sobre todo, transferir ese conocimiento como una oportunidad de dar, de devolver a la sociedad lo que la sociedad ha invertido en mí e invierte en tantos como yo, en tantos investigadores que integramos hoy día la universidad, en particular la Universidad de Granada. Por tanto, entonces como ahora, agradezco que se me diera esa oportunidad y que hoy pueda ser motivo para recordar, como decía, un hecho trágico, un hecho dramático, y al mismo tiempo motivo para que el gen de la solidaridad, tan inmanente en nuestro tiempo, sea el verdadero protagonista.

 Mi vínculo además con Santa Cruz del Comercio, lógicamente, como se pueden imaginar, va mucho más allá de lo que fue esa sencilla colaboración. Es un vínculo que tiene mucho que ver con las emociones y con la familia, es un vínculo profundo y es un vínculo que siempre, siempre va a estar presente. Muchos de los recuerdos de mi niñez pasan por venir a Santa Cruz algunos fines de semana para acompañar a mi primo a que, bueno, pues pasara también aquí, en aquella ocasión, en aquellos tiempos vivía con nosotros, y por lo tanto guardo el mejor de los recuerdos de lo que significaba acercarse por la carretera, llegar a Santa Cruz y pasar aquí pues un día, una tarde, una mañana. Por lo tanto, hay una unión que, digo, va más allá de esa colaboración, hay un sentimiento de relación estrecha y, aunque no hablemos todos los días, aunque no nos veamos todos los días, significa un lazo que no se perderá, como no se perdió ese sentimiento de solidaridad y de reconocimiento de los habitantes de Santa Cruz hacia quienes fueron los que los ayudaron en aquellos momentos tan difíciles.

 Por lo tanto, agradezco la oportunidad y, desde mi papel ahora como uno de los representantes de la universidad, pues agradezco que también se haya querido contar con la presencia de la universidad en esta noche tan importante. Muchas gracias.

 Terminada su intervención, la alcaldesa le agradeció su presencia: “Muchas gracias, muchas gracias por venir, por tus palabras. La protección ante cualquier catástrofe o emergencia requiere de una labor continua y coordinada de todos los organismos implicados para así garantizar la eficacia de las actuaciones de carácter preventivo y, en caso necesario, de respuesta. Esta noche nos acompaña la máxima autoridad del gobierno de España en Andalucía, Pedro Fernández Peñalver, delegado del gobierno de España. Fue alcalde de Baza durante varias legislaturas y vicepresidente de la Diputación Provincial de Granada, compañero, amigo y persona a la que admiro y referente político, referente al que quiero, admiro y valoro muchísimo. Gracias, Pedro, sé de tu agenda tan complicada para estar hoy aquí, más en las fechas en las que estamos. Te agradezco de corazón que hayas hecho un hueco y estés hoy acompañándonos aquí en este acto. Yo tenía muchas ganas de que vinieras a mi pueblo, ya lo sabes desde hace mucho tiempo, y bueno, quería que en un acto tan especial para todos los vecinos y las vecinas de mi pueblo estuvieras aquí. Muchísimas gracias.

Intervención de Pedro Fernández Peñalver, delegado del Gobierno de España en Andalucía

 Yo, para mi segunda vida, quiero un pueblo como el de Santa Cruz del Comercio y una alcaldesa como Ángeles. ¡Por favor! ¡Qué cosa más bonita por dentro y por fuera, de verdad! Da gusto. Bueno, pues querida alcaldesa, un placer estar aquí, un placer en una noche como esta. Además, aquí muy llevadera la temperatura, ciertamente, que es mucho más agradable que en Granada, por ejemplo, donde acabo de llegar ahora mismo, y da gusto, rodeado de tan buena gente y de este entorno natural paradisíaco que, desde luego, dan ganas de quedarse aquí de manera permanente. Querido vicerrector, querido Andrés, muchísimas gracias por vuestra atención, sobre todo por el sentimiento que ambos, por la relación y la vinculación que tenéis con este pueblo, habéis puesto de manifiesto, que sin duda nos ha contagiado al resto de los que estamos aquí. Queridos alcaldes, alcaldesa, miembros de la Diputación Provincial de Granada, hablamos de Alfacar, representantes también de Huétor Tájar, estamos hablando de Zagra, que también creo que está por aquí su alcaldesa, Granada por supuesto, Alhama de Granada, mi querida Sandra García, con la que he compartido tantos años también de singladura en la Junta de Andalucía por aquellos entonces, responsabilidades también públicas, un placer. En definitiva, amigos y amigas, vecinos y vecinas de este maravilloso pueblo, que en definitiva sois los verdaderos protagonistas, encantado de estar aquí hoy.

 Nos encontramos aquí en el corazón de Santa Cruz del Comercio para celebrar un acto muy especial, como ya se ha puesto de manifiesto, el 137 aniversario de la reconstrucción de este querido municipio, después del devastador terremoto de 1884. Hace, por lo tanto, 140 años, esta comunidad vivió momentos de dolor indescriptible. El terremoto de 1884 no solo sacudió la tierra, sino que también impactó en la vida de cientos de personas. Como bien se ha dicho, las casas, los negocios, los sueños y las esperanzas se desplomaron en un instante, dejando tras de sí una estela de desolación. Pero en medio de la oscuridad surgió la chispa de la esperanza, encabezada por la Unión Mercantil de Comerciantes de Madrid y también, como se ha dicho, por Luis Seco de Lucena, que no conocía que había tenido ese protagonismo tan importante a la hora de demandar ayuda y colaboración del resto de los territorios de España y de fuera de España. Así que mi más sentido reconocimiento a este hijo adoptivo de este municipio.

 Fue en esos momentos de desolación cuando la verdadera esencia de Santa Cruz del Comercio salió a flote: la solidaridad, la unión y el inquebrantable espíritu de comunidad. No fue fácil, la tarea de reconstrucción parecía titánica, pero fue precisamente esa tarea la que demostró la fortaleza de esta tierra y de sus gentes. Vecinos, sin distinción, se unieron mano a mano con las administraciones locales, regionales y nacionales. Los comerciantes que dan apellido a este municipio capitanearon esta proeza. Fue una unión sin precedentes, un trabajo conjunto donde cada uno puso su granito de arena, donde cada hogar, cada familia, cada persona dio lo mejor de sí para levantar de nuevo este precioso pueblo.

 La memoria de Santa Cruz del Comercio está entrelazada con cicatrices, con los ecos de aquel devastador terremoto de 1884 que cambió el curso de tantas vidas. Sin embargo, es en estas cicatrices donde encontramos la esencia más pura de esta comunidad. La reconstrucción fue un acto de entrega colectiva, una constatación de que un pueblo no es un lugar físico, sino un sentimiento realmente construido sobre la solidaridad y la esperanza de las personas que lo conforman. Cada calle, cada casa reconstruida es un testimonio del esfuerzo compartido, una carta de amor escrita en piedra que nos recuerda que, a pesar de la adversidad, la comunidad es el refugio más sólido.

 Mientras recorremos hoy las calles de Santa Cruz del Comercio, es imposible no sentir la presencia de aquellos que, con firmes convicciones, levantaron este municipio desde los escombros. Sus historias de valentía, superación y colaboración resuenan en cada rincón, recordándonos que la verdadera fuerza de un pueblo reside en su capacidad de unirse frente a las dificultades. Aquí, en esta tierra que ha conocido el dolor, se cultivó una resiliencia que sigue floreciendo, y es en esa resiliencia, en esa fortaleza de resurgir de nuevo, donde encontramos el pasado de Santa Cruz del Comercio y también su futuro. Un futuro construido sobre los cimientos de la unión y la solidaridad.

 Además, la reconstrucción de Santa Cruz del Comercio fue la reconstrucción de un tejido social, de la confianza y del sentido de pertenencia. Fue la demostración de que, cuando trabajamos juntos, cuando nos apoyamos mutuamente, somos capaces de lograr lo que parece imposible. Esta es una lección que perdura, un legado que hoy sigue siendo nuestra guía. Al mirar atrás, vemos el rostro de aquellos hombres y mujeres valientes que, con sus manos y corazones, dieron vida nuevamente a esta tierra, a este pueblo. Su espíritu es el que hoy nos inspira, es un espíritu que nos recuerda que, sin importar las dificultades, la unión y la colaboración, como ya he dicho, son nuestras mayores fortalezas.

 Santa Cruz del Comercio ha demostrado ser una tierra de gente noble, trabajadora y perseverante. Hoy, mientras celebramos este aniversario, renovamos nuestro compromiso con esta comunidad. Desde la Delegación del Gobierno de España en Andalucía, que me honra en representar, quiero reiterar nuestro apoyo incondicional. Continuaremos trabajando con su alcaldesa, con Ángeles, con todas las autoridades locales, regionales y con cada uno de los hombres y mujeres para garantizar que esta ciudad siga creciendo, avanzando y prosperando. Mirando hacia el futuro, debemos mantener vivo el espíritu de unión y solidaridad que os ha caracterizado. Los desafíos cambian, pero la esencia de nuestra respuesta debe seguir siendo la misma: la colaboración, el esfuerzo conjunto y la esperanza compartida. Que esta fecha no sea solo un recuerdo del pasado, que sea un sentimiento que nos guíe hacia un futuro lleno de oportunidades y de logros comunes. Gracias a todos y a todas los presentes y los ausentes por mantener vivo este espíritu indomable, por seguir adelante con fuerza y por construir día a día desde el presente un futuro para este municipio. Muchísimas gracias a todos y a todas.

Agradecimiento a los intervinientes, asistentes, colaboradores y equipo de gobierno, para dar paso al espectáculo

 Decía el delegado del Gobierno que se quedaba a tomar la palabra, y ya para cerrar el acto, qué mejor forma de hacerlo con la compañía de su espectáculo de circo en bruto, "Latas", que estoy segura os va a encantar. Pero bueno, antes de todo, volver a daros las mil, mil gracias a todos y a todas por acompañarnos, al equipo de gobierno del ayuntamiento, a mis concejales Pepe, Luis, Inma, Pepi, Mari, Edu, Juana y Miguel. Muchísimas gracias por estar aquí y por todo el apoyo que recibo de vosotros. Gracias también a todos los vecinos y vecinas de Santa Cruz del Comercio, que sois vosotros los que habéis hecho posible este acto. El vídeo que hemos presentado, Juan Carlos, artistas mejores no los hay, y bueno, muchísimas gracias. Espero que os haya gustado el acto y que sigamos disfrutando esta noche. Gracias a todos por venir.

Espectáculo “Latas”, de la compañía D’Clik

 "Latas" es un espectáculo de la compañía D’Clik, con numerosos premios y galardones, que ellos mismos definen de la siguiente manera: "El humano es bello cuando es justo, loco, tierno, brutal, pero sobre todo cuando necesita del otro.
Un equilibrio entre lo animal y lo humano, una danza entre lo inútil y lo bello. Tres personajes construyen y destruyen el presente sin más objetivo que desafiar al aburrimiento. Se conocen tanto que no necesitan hablar. Habitan un mundo en el que pasó algo, pero no sabemos el qué. Buscan dentro de latas un poco de eso, que al compartirse se multiplica. Una invitación a jugar indiferentes a cualquier pensamiento. Un momento de felicidad compartida, con un pie en este mundo, y otro en una tierra sin tiempo".

 Una vez finalizado el espectáculo hubo un refrigerio para los asistentes, en una noche en la que Santa Cruz del Comercio rindió homenaje a los recuerdos, a lo que es hoy, un pasado triste donde se cebó la tragedia, pero en el que se puso en valor la “Solidaridad” 

Las imágenes del homenaje a la Solidaridad






























Vídeo de las intervenciones y reportaje

 

 




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