Ni de Sánchez ni de Gómez

Esto no va ni de Pedro Sánchez ni de Begoña Gómez.

 Va de estilos, de formas de ver la vida, de respeto, de lo que se dice, se difunde, se publica, se hace. Va de criterio y discernimiento sobre lo que se escucha, se lee, se ve. Va de fórmulas como “según fuentes cercanas a…”, “personas del entorno de… afirman que podríamos estar ante un caso de…” y ahí ya lanzan la acusación que se quiera sin una mínima comprobación o investigación previa.

 Porque hay demasiados, que afirman ser periodistas, para quienes un titular sobre personas progresistas si no es un cubo de basura vaciado sobre sus cabezas ni es titular ni es nada. Y hay que tener criterio al leer o escuchar la información. Si va precedida de preámbulos como los ejemplos de líneas arriba esa supuesta noticia es, como decía mi padre, un pan menos cuatro cantos y el ‘miajón’ para el perro, es decir, nada.

informaciones, repetidas y difundidas hasta la saciedad (y la suciedad) sobre líderes de izquierda acusándolos sin fundamento

 Pero son muchísimas y desde hace demasiado tiempo, las informaciones, repetidas y difundidas hasta la saciedad (y la suciedad) sobre líderes de izquierda acusándolos sin fundamento que cuando se demuestran falsas ya han hecho el daño que pretendían.

 Muy reciente todavía, está el caso de Mónica Oltra que ha sido archivado tras no encontrarse indicios de ningún delito. Durante varios años aparecieron decenas de portadas acusatorias. El archivo de su caso no mereció ninguna.

 Todo es algo orquestado: noticia+ denuncia+ juez que admite a trámite+ interpelación parlamentaria+ intervención en televisión amiga (Tele Ayuso o Aló Presidente, por ejemplo) + fiscal que respalda (qué profesional) que no respalda (el gobierno usa la fiscalía a su antojo). Los sumandos son intercambiables la mayoría de las veces, su orden no altera el producto.

 Mandas a unos cuántos plumíferos un mensaje privado acusando a dos periodistas encapuchados de intentar entrar por la fuerza en una vivienda y te lo publican sin contrastar, amenazas a otra periodista del mismo medio y luego dices que es una conversación privada entre amigos, empujas a quien cumple con su obligación de preguntar y aquí no ha pasado nada. Todo esto son actuaciones de Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Díaz Ayuso fácilmente comprobables.

 Y todo eso es posible porque vende, porque no se contrasta, porque si es contra los otros, todo vale y si es de los nuestros, todo se perdona. Esta forma de pensar es común a gente de derechas y de izquierdas, pero en mi opinión mucho más frecuente en la de derechas.

No es lo mismo ampliar o defender derechos que ampliar o defender privilegios

 También están los que cuando las políticas de izquierdas van contra sus intereses claman que los social-comunistas van a llevar el país a la ruina, pero si es un gobierno de derechas el que sube impuestos o les quita subvenciones dicen genéricamente que todos los políticos son iguales, Y no, no son iguales. Nadie es perfecto, pero no son lo mismo unas cosas que otras. No es lo mismo ampliar o defender derechos que ampliar o defender privilegios. No es lo mismo hacer hospitales o colegios públicos que regalar terrenos a empresas, obispados u órdenes religiosas para que hagan hospitales privados o colegios concertados.

 Poco les dejan hacer a los gobiernos de izquierda, defienden con uñas y dientes los privilegios y muchas veces esa gente que pomposamente se llama de clase media les sigue el juego. En los últimos días aparecían informaciones sobre los cobros ilegales que hacen la mayoría de colegios concertados a los padres de sus alumnos. Creo que si se negaran a pagar estarían en su derecho, pero me pregunto si, en muchos casos, no entrarán por el aro para presumir de que sus hijos van a un colegio concertado en vez de a uno público.

 En este enlace de X, de Íñigo Errejón, explica y resume perfectamente la actitud de la derecha cuando gobierna la izquierda. Es sólo un minuto y vale la pena oírlo.

Firma invitada: Prudencio Gordo.