Desde “Desolación”

Solía vivir en España, no sin sobresaltos y algún que otro disgusto.

 Antonio Gordo | ALHAMA 

 Pero, a fin de cuentas, con una razonable esperanza en el futuro. Aclaro que no me refiero a mi futuro personal, que no me preocupa demasiado, Es el futuro de este proyecto de una España en la que, ya lo he escrito muchas veces, quepamos todos. No es necesario que nos caigamos bien, ni que compartamos ideas, basta con respetarnos; que los veganos me dejen comer carne, que yo a ellos no les impongo mis chuletas de cerdo, que los muy machos respeten a los homosexuales, que los españoles muy españoles y mucho españoles sepan que no todos los emigrantes son ladrones y gente de mal vivir, igual que yo sé perfectamente que no todos los de derechas lo son. Hay, como en cualquier familia, gente honrada y gente indeseable entre las derechas, las izquierdas, los homosexuales, los árabes, los judíos, los centrocampistas, los camioneros, los opinadores públicos y, en fin, entre toda la clase de gente nacida de madre.

Solía vivir en España, pero últimamente creo que estoy en Desolación

 Básicamente ese es el proyecto de España que yo deseo para mí y para todos los españoles, incluso para los residentes en España no españoles.

 Solía vivir en España, pero últimamente creo que estoy en Desolación, país en el que mi vida personal diaria no va a cambiar nada, o “casi nada, que no es lo mismo, pero es igual”. No tengo muchas apetencias ni necesidades y mientras pueda llenar mi plato de Harvard, cada vez más caro, eso sí, leer para saciar mi curiosidad, y salir a andar para mi caminata terapéutica estaré razonablemente bien. Pero es que además prefiero que le vaya bien a todos los que me rodean, que son todos los que respiran el mismo aire que yo y están hechos del mismo polvo de estrellas.

 Y estoy convencido de que con gobiernos de izquierdas como el de Pedro, Pablo y Yolanda, y todos los demás, nos va mucho mejor a todos, incluso a los que se quejan de que les va mal, que en el fondo son a los que mejor les va. Creo que, a gente como Carlos Herrera, Carmen Lomana o Ana Rosa Quintana les pide mucho más el cuerpo el combate, el insulto, la grosera descalificación y manipulación que la información veraz y que cuando no puedan expulsar el veneno se aburrirán.

 Y mi más firme deseo es que puedan seguir haciendo lo que más les gusta y saben. El problema es que entre los que llamaré “los míos” los de izquierdas (con 60 años igual que con 79 “se puede decir lo que te salga del nabo” feliz ocurrencia del tito Miguel Ríos, un tipo genial que no creo que le vote a la izquierda por una paguita) entre los míos, decía está el ambiente enrarecido y se leen cosas inquietantes en esos medios digitales que consulto para informarme. Y la deseada unidad para hacer frente, sino al fascismo, sí al menos al retroceso en derechos, libertades y bienestar que Feijóo “El Derogador” parece tener como único programa, está a un pelo de ceja de alcanzarse, pero me temo, y me temo mucho que los personalismos de unos y de otros va a hacer que no se logre.

Quiero volver a España para poder dejar de escribir de Política y políticos

 Y esto es lo que me tiene viviendo en Desolación, muy a mi pesar. Quiero volver a España para poder dejar de escribir de Política y políticos y dedicarme a escribir sobre temas más interesantes, al menos para mí, como el Bosón de Higgs, la auténtica receta de la paella valenciana, el Dao, el armamento de las legiones romanas, el contenido satánico de las canciones de Led Zeppelin la influencia de Yoko Ono en la disolución del cuarteto de Liverpool, de quien es el hijo de Mel la protagonista de “Un lugar para soñar”, eso entre otras cuestiones que me interesan mucho más.

 En serio, deseo aburrirme y aburrirme mucho y no estar en pendiente de los debates internos entre quienes desean un PSOE refundado y quienes lo prefieren vivo y sin naftalina. O entre los que suman o pueden, o suman pudiendo o pueden sumando o cualquier otro sistema de continuar atómicos. O atomizados.

 Personalmente cualquier gobierno de izquierdas me convencerá, independientemente de quién sea el socio mayoritario. También eso lo he escrito ya.

 Y, desde luego, espero que esta mirada a la hora de ser publicada esté desactualizada, sería bueno para todos,

 La solución, esta noche. Espero.