Esta visita fue muy especial, ya que permitió crear vínculos intergeneracionales entre los más pequeños y más adultos de nuestro municipio.
Quería compartir con vosotros la visita tan especial que realizamos el pasado martes, 25 de abril, al alumnado de quinto curso del CEIP Cervantes con nuestro grupo de Conocimiento y Conservación del Patrimonio Cultural Andaluz: María del Carmen Fernández Villegas, Esperanza García Rodríguez, Maribel Martín Fernández, Ascensión Melgares Moreno, Soledad Pérez Ramos y María Luisa Ramos. Esta visita está incluida en el desarrollo del plan Aldea, modalidad A.
Esta visita fue muy especial, ya que permitió crear vínculos intergeneracionales entre los más pequeños y más adultos de nuestro municipio. Está claro que la escuela nos ofrece diversos contextos para trabajar de diferentes formas y, desde mi punto de vista, compartir experiencias, escuchar a nuestros/as mayores y aprender de estos, permite crear una ideología educativa permanente, un respeto hacia los/as mayores y un aprendizaje tanto significativo, como emocional.
Bien, el objetivo de esta visita fue, ante la emergencia climática en la que nos encontramos, que el alumnado más pequeño comprendiese y comprobase que es posible la vida sin tanto despilfarro energético, y he aquí el gran papel de nuestras alumnas adultas: ellas tienen la capacidad y experiencia de vivir sin agua, luz, coche, etc. algo impensable actualmente. Está claro que no se pretende volver a la forma de vida en la que nuestras alumnas crecieron, pero sí tomar conciencia y ser responsables en cuanto al uso de materiales contaminantes y malgasto eléctrico.
En cuanto al desarrollo, esta comenzó con una presentación por ambas partes, explicando quiénes somos y porqué hemos venido. Además, cada una de nuestras alumnas compartió una historia de su infancia mostrándole a los más pequeños la diferencia entre unos tiempos y otros. Esto dio paso a las preguntas que el alumnado de quinto tenían preparadas para nuestras adultas, ¡preguntas muy curiosas e interesantes!
Tras ello, se le repartió a cada alumno/alumna de quinto un rasca en el que había un color para formar grupos de tres, en total siete grupos. A cada grupo se le entregó una tarjeta con su color para realizar el juego.
Una vez que el alumnado de quinto curso estaba colocado por grupos, con tarjeta y rotulador en mano, ¡¡comenzamos nuestro concurso!!
Nuestras alumnas sacaron el objeto antiguo que habían traído, sin decir una palabra, el alumnado más pequeño debía decidir con su grupo cómo completar la tarjeta (ponerle nombre al objeto, decidir qué uso tenía, qué materiales lo componen y cuál es su sustituto actual). Una vez estaban todas las tarjetas completas, cada grupo compartía con el resto la información que habían decidido entre todos, para que nuestras alumnas les contasen realmente qué era, para qué y cómo funcionaba y qué se utiliza actualmente para cubrir su función.
Los objetos que enseñaron fueron: Planchas de carbón, tabla de lavar, mariposas, pleita para hacer queso, molinillo de café, capacha, huevo de goma para coser y onda de pastor.
Cabe destacar que el alumnado del C.E.I.P Cervantes tiene un nivel de conciencia muy responsable en cuanto al Medio Ambiente, y es que, este centro es una Ecoescuela muy potente, la cual muestra un alumnado muy comprometido, que muestra valores y conocimientos enfocados a trabajar para combatir los problemas medioambientales a los que nos exponemos sanar nuestro planeta. Muchas gracias por permitir que estos aprendizajes tan necesarios e importantes se hagan realidad.
En definitiva, tenemos mucho por hacer, pero tal y como indica Eduardo Galeano, “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”
Gracias a todos.
Andrea Navas Sánchez. Coordinadora de Ecoescuelas y profesora del CEPER Alhucema de Alhama de Granada.
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