Stephane Mandelert: «El mejor sitio de Europa para contemplar las estrellas está en Alhama»


Junto con su esposa Flavia han abierto, en el paraje de los Llanos de María Tomasa, Sky Andaluz, un proyecto de astroturismo que puede poner nuestro pueblo entre los principales observatorios de cuerpos celestes del continente.


 Fue José Antonio Sánchez, 'El Pinturero', quien nos puso al tanto de la existencia del Observatorio Astronómico Sky Andaluz, pues sus impulsores se presentaron en la Inmobiliaria Absoluto, preguntando por los propietarios de unos terrenos en el paraje conocido como Los Llanos de María Tomasa, a escasos 3-4 kilómetros de la planta de transferencia de residuos sólidos. Además de localizar a los dueños y ponerles en contacto, les han asesorado en todas las gestiones burocráticas con el ayuntamiento de Alhama para que el proyecto sea, desde hace unos meses, una realidad, y «todo con empresas alhameñas».


 Stephane Mandelert nos explica que es suizo-brasileño pues nació y vivió en Suiza hasta los 11 años, edad a la que sus padres se trasladaron a Brasil, país que encantó a sus padres, pero él prefería Europa por lo que, a los 22 años, regresó a Suiza, aunque su familia se quedó allí. «Qué puede hacer un suizo que no sea ser banquero pues en eso he trabajado durante 32 años», comenta con humor. También recuerda que cuando contaba con 8 ó 9 años de edad le regalaron su primer libro de Astronomía lo que despertó su curiosidad por esta ciencia por lo que nunca descartó su sueño de profundizar en el conocimiento del Universo. De hecho, tuvo su primer contacto con los grandes telescopios en Francia donde conoció a una persona que alquilaba un telescopio gigantesco de un metro de espejo en un sitio muy bueno, sin contaminación lumínica, pero con el inconveniente del tiempo que en muchas ocasiones podía impedir la observación incluso durante semanas. Tras su jubilación comenzó a pensar qué iba a hacer con su vida y llegó a la conclusión de que era el momento para recuperar su gran afición por la Astronomía haciendo una cosa diferente para personas que no tiene ninguno o muy pocos conocimientos astronómicos. Fue entonces cuando comenzó a cavilar sobre el lugar más apropiado, además de cómo y dónde conseguir un buen telescopio.


 Por supuesto uno de los criterios prioritarios para colocar el telescopio es que sea un lugar donde predominen los cielos despejados, «pero no es el único porque entonces uno se va a Sevilla que tiene más gente». Pero hay otros factores determinantes como es el de la contaminación lumínica y el del relieve pues «tiene que ser lo más alto posible pero que no sea demasiado alto para que no se congele la gente. Tampoco debe haber ciudades cercanas para evitar la contaminación lumínica y buscando llegamos a la conclusión de que el mejor sitio de Europa para contemplar las estrellas está en Alhama». Reconoce que tuvieron la suerte de encontrar el terreno muy pronto y de que José Antonio 'El Pinturero' buscaba un comprador. «Cuando lo vimos y llegamos aquí en un sitio no muy alto y, además, con esta vista espectacular sobre Sierra Nevada no nos pudimos resistir», explica antes de reconocer la gran cantidad de papeleo que han tenido que resolver para poder construir en zona rural. «Nosotros pudimos justificar que siendo para astronomía no se puede hacer en medio de la ciudad y que sólo se puede hacer en el campo. Después de mucho tiempo y burocracia conseguimos los permisos y en un año y medio pudimos tener todo listo».

Centro de visitantes, planetario y dos telescopios

 El proyecto ha contemplado un centro de visitantes agradable y un planetario para introducir a los visitantes en la astronomía mediante una proyección dado que, en general, la gente tiene pocos conocimientos de este tema. Por eso otra de sus grandes preocupaciones ha sido la localización de las películas y tras visualizar un centenar y desechar unas por aburridas, otras por ser demasiado técnicas por fin encontraron una película en el Museo de Historia Natural de Nueva York narrada en un excelente inglés por la actriz el Whoopi Goldberg. «Nos enamoramos de esta película, pero tuvimos un shock cuando preguntamos el precio de la licencia y les lloramos y lloramos y al final nos dieron un buen descuento». Consideraba que además les faltaban otras películas para explicar la historia de la Astronomía y qué es un telescopio. «Tuvimos la suerte de descubrir una película en español que es divertida porque lo habla un guiri con acento peor que el mío», señala con su peculiar humor. La otra está en inglés y ponen una u otra dependiendo del origen de los visitantes. De hecho, cuenta que en el tiempo que llevan funcionando ya han recibido españoles, pero también escoceses, rusos, griegos y alemanes, «o sea recibimos un público internacional que está viniendo al Alhama para hacer algo interesante».


 Llegado este momento Stephane explica que el proyecto no es sólo suyo, sino que se trata de un proyecto compartido con Flavia, su mujer, que es doctora en Bioquímica y es la que lleva la contabilidad mientras es el quien atiende al público. Añade que tras atender al público en el Centro de visitantes la visita se continua en el planetario donde muestran las películas que sirven para la presentación del Universo para ello utilizan el techo semicircular y un proyector con un espejo esférico. Imágenes que aprovechan para explicar la historia y el desarrollo de la Astronomía desde la época de Galileo Galilei quien utilizó por primera vez un telescopio para mirar el cielo. Proyectan dos películas de unos 20 minutos de duración cada una, entre cuyas proyecciones realizan una pausa para que los asistentes planteen las dudas que tengan. Mientras continua la segunda proyección Stephane comienza a preparar el telescopio cuyas piezas han sido realizadas de forma independiente, al igual que el segundo telescopio que tienen en una segunda caseta que favorece un excelente aislamiento térmico para evitar que el espejo del telescopio se sobrecaliente durante el día. Este ha sido uno de los temas que más les ha preocupado pues se trata de contar con un telescopio grande que pueda ser utilizado durante la noche por una persona y para cuyo uso han dispuesto de una escalerilla con baranda y un suelo de caucho para evitar que se hagan daño en caso de que se produzca una caída. La estructura a base de tubos de carbono fue fabricada en Francia y en tanto que el espejo le fue encomendado a un fabricante de Estados Unidos, espejo que limpian una vez al año pues «le tiene menos miedos al polvo que a las rayas». Uno tiene un espejo de 71 centímetros en tanto que el otro es de 56 centímetros. Así mismo, a caseta de los telescopios disponen de unos raíles para poder desplazarla. Para poder caminar entre unas y otras instalaciones durante la noche han construido unos caminos de color más claro. También han dispuesto una tienda de campaña grande en la que los visitantes se pueden poner un té o un café, o reivar su móvil sin interferir. Aclara que «toda la inversión es 100% privada y ha ascendido a unos 300.000 euros».


Visitas individuales, familiares y grupos

 Renglón seguido nos informa de las tres posibilidades de visitar el Observatorio. La visita individual que sale por 35 euros por persona, la visita familiar de cuatro personas, o algún miembro más, cuesta 90 euros y, por último, para grupos por 300 euros. La visita integral actualmente dura, por lo general, entre dos horas y media y tres horas, tiempo repartido entre la recepción en el centro de visitantes, la proyección de las dos dos películas que suponen más o menos 50 minutos y la observación a través del telescopio, tras lo que se regresa al centro de visitantes para resolver las últimas dudas que hayan podido surgir. En primavera y otoño las visitas suelen comenzar sobre las nueve y media de la noche, en invierno hay que iniciarlas más temprano (19:30 h) y durante el verano más tarde, sobre las diez de la noche. También ponen a disposición de los visitantes la cocina donde se pueden preparar un bocadillo.

Anécdotas

 En el tiempo que llevan abierto ya han vivido anécdotas divertidas, por ejemplo, cuando les visitó una familia entera compuesta por abuelos, padres e hijos de 8 y 12 año venidos desde Málaga tras visitar la Alhambra. Cuando regresaron a su casa los hijos dijeron que lo que más les había gustado fue su paso por Sky Andaluz. Otra anécdota divertida fue la de un señor que quería proponer a su novia que viniera aquí para darle la sorpresa que mo era otra que la de pedir su mano bajo las estrellas. Desgraciadamente ese día llovió.

 Para terminar Stephane nos cuenta que están comenzando a recibir grupos escolares, de 15 alumnos, ampliable hasta 20 con la posibilidad de hacerlo en varias lenguas (francés y portugués) para favorecer la inmersión lingüística. Igualmente nos informa que cuentan con página web (https://skyandaluz.com/) donde hay fotos, noticias e información de cómo llegar hasta el observatorio tanto si se viaja desde Alhama o desde Granada por los Bermejales, distante unos 50 kilómetros de la capital, accediendo por el cruce señalizado hacia la planta de transferencia. Así mismo, se les puede seguir y contactar a través de las redes sociales (Facebook e Instagram).

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