José Luis Gastón Morata presenta su libro |
José Luis Gastón Morata acaba de publicar su séptima novela histórica, 'El estupro del rey', centrada en los últimos años del Reino de Granada donde también habla de la Toma de Alhama e incluye como cronista y narrador al arriba firmante.
Muchos recordarán al médico y autor de novelas históricas, José Luis Gastón Morata (Granada, 1955) por su novela más conocida 'El perfume de Bergamota', cuya ruta en Granada compartió con integrantes del Club de Lectura de Alhama. Ahora regresa a la actualidad literaria con su obra 'El estupro del rey' (Ed. Miguel Sánchez), una historia que se inicia en en el Reino de Castilla y se desarrolla, en su mayor parte, en los años finales del Reino de Granada, entre 1475 y 1492.
Trilogía |
Con ella concluye la trilogía que iniciara con 'La muladí' (2012) en la que una joven esclava cristiana tiene que convertirse al islamismo, se continuó con 'Bajo el mismo cielo y diferente estrella' (2016) donde un criado musulmán debe abrazar el cristianismo, y concluye ahora con una familia toledana obligada a huir de su tierra por el capricho del rey. Su protagonista es Jacobo Pontez, un médico judío con grandes dotes de cirujano, especializado en las enfermedades oftalmológicas y su joven hija, Marta, que es reclamada por el rey al alcázar toledano, donde es obligada a mantener relaciones sexuales, fruto de lo cual tendrá un hijo bastardo. El sábado, 19 de diciembre, en Librería Babel firmó más 70 ejemplares en apenas hora y media de este libro que lleva portada de Juan Vida.
Grabado sobre la toma de Alhama |
- Entre los hechos históricos recogidos en esta novela describe con bastante detalle la toma de Alhama, acaecida en 1482 y la de Granada, una década después ¿cuál es su posicionamiento respecto a esta celebración tan granadina?
- La conmemoración o celebración, como queramos llamar a los actos de ese día, es tan tradicional como histórica, y tan común como la que se celebran en otras ciudades del antiguo reino nazarí, como las Tomas de Baza y Almería, o las fiestas de Málaga que conmemoran un cruenta conquista de la ciudad por las tropas castellanas en agosto de 1487 y su incorporación a la corona de Castilla. ¿Por qué tiene que ser conflictiva la de Granada? ¿A quién le interesa que lo sea? Para mí es un día importante en lo personal: es mi cumpleaños, y me ilusiona pensar que es fiesta local porque nací yo. Ahí lo dejo como broma.
- Respecto a Alhama ¿conoce la ciudad? ¿Ha estado en el Hospital de la Reina, el primer hospital de sangre del Reino de Granada del que también habla en su obra?
- Conozco Alhama desde mi infancia, aunque no he visitado el Hospital de la Reina. Volví a recorrer sus calles una mañana sabatina de hace poco más de un año para volver ambientarme y escribir sobre la conquista de la ciudad.
- Una curiosidad, ¿Por qué decidió convertir al firmante de esta entrevista en cronista de Alhama en esos años?
- Usted hace un cameo en mi novela, cosa que agradezco. A los dos nos une nuestro cariño a la literatura y el apasionamiento a nuestra tierra natal. Usted es alhameño y ejerce de ello, y eso me encanta porque yo soy granadino hasta el tuétano y hago lo mismo. No puedo decir que lo sea por los cuatro costados porque mis progenitores eran vasco-navarros por parte paterna y veratenses de Almería por el lado materno. Necesitaba un cronista que relatara dos inexactitudes (no quiero llamarles bulos) que tienen cierto arraigo en Alhama en relación con Íñigo López de Mendoza, el conde de Tendilla. Quién mejor que un personaje con el nombre de Antonio Arenas y ocupación de cronista (el periodista de su época) para poner en sus labios lo que yo quería narrar.
Imagen utilizada por lab.rtv.es sobre la toma de Alhama |
- Está clara su predilección por la época, final del Reino de Granada, pero ¿por qué decide novelar sobre un supuesto hijo bastardo del rey Fernando? ¿Qué hay de cierto en cuanto a los hijos bastardos de este monarca que según la novela llegó a reconocer a cuatro?
- Fernando de Aragón reconoció a un varón y tres mujeres como hijos naturales mantenidos con sendas mujeres de condición noble. Su carácter mujeriego tenía fama en Castilla y Aragón, lo que le trajo serios disgustos con su esposa Isabel. Sus aventuras eran la comidilla en donde se acomodaba la corte. Probablemente tuvo algunos más que no fueron reconocidos como propios.
- Al final en el epílogo explica que se trata que lo que se acaba de leer es una novela, es decir un obra en la que se narra acción fingida y cuyo fin es causar entretenimiento- y que por su tipología se basa en hechos históricos ocurridos a finales del siglo XV, la mayoría conocidos, coincidiendo con el final del reino nazarí, fijándose en las vicisitudes de los judíos de aquella época y su expulsión de Sefarad con la publicación del Edicto de la Alhambra
- Jacobo Pontez y su hija Marta son ficticios. Pero interaccionan con personajes reales como el conde de Tendilla, Isaac Hamón (médico de Muley Hacén), Sidi Yayya, Abul Casín Venegas. Viven el deterioro físico y político de Muley Hacén, el ascenso al trono de Boabdil y la consecuente guerra civil con El Zagal; las dificultades de un reino nazarí durante diez años de guerra con Castilla y la entrega de la ciudad al ejército cristiano. Y padecen la expulsión de los judíos, ordenada en el Edicto de la Alhambra, pues se redactó y publicó en nuestra ciudad.
- También que lo hace sobre lo que mejor conoce, ya que es médico de profesión al igual que Jacobo Pontez (o Yago Bonapont), un médico judío que junto con su hija Marta son los protagonistas de esta historia
- El estupro del rey viene a completar una trilogía en la que he tratado los últimos años del reinado nazarí desde diferentes puntos de vista. Si en La muladí (2012) una joven esclava cristiana tiene que convertirse al islamismo y en Bajo el mismo cielo y diferente estrella (2016) un criado musulmán debe abrazar el cristianismo, deseaba narrar esa época histórica desde el punto de vista judío. Qué mejor forma de hacerlo que con una familia toledana obligada a huir de su tierra por el capricho de rey y con un médico con grandes dotes de cirujano y especializado en las enfermedades oftalmológicas.
Imagino que va a ser la última de mis novelas de esa época. Al igual que La chanfaina (2010) transcurre en la guerra contra Napoleón y Quimeras de plomo (2014) en las falsificaciones del Sacromonte del último cuarto del XVI, mis siguientes relatos dejarán de estar centrados en la Toma de Granada.
Imagen utilizada por lab.rtv.es sobre la toma de Alhama |
- ¿Cómo ha sido el proceso de documentación, a qué fuentes ha acudido, cuánto tiempo le ha llevado?
- Normalmente tardo un par de años en terminar una novela desde que la imagino y estructuro.
Se asegura que mis narraciones están muy documentadas, lo que tiene una sencilla explicación. Siempre creo un personaje principal, pero, junto a él, hay un segundo protagonista que es el reino de Granada. Este protagonismo obliga a conocer Granada desde todos los puntos de vista, histórico, geográfico, urbano, el paisaje y el paisanaje ... Desde mi juventud, Granada ha sido el tema principal de mis lecturas. Dispongo de una buena colección de temas granadinos en los que busco y rebusco constantemente, y que cada día se amplía. Es una documentación continua, como las evaluaciones escolares.
- Para muchos será una obra para enriquecer el léxico pues hay una gran cantidad de términos poco utilizados ¿le gusta buscar las palabras para dar mayor verosimilitud?
- Nuestro idioma es rico en extremo y cada día utilizamos anglicismos para nombrar una magdalena, correr por la calle, o asegurar que una noticia es falsa. ¿Para qué? ¿Para demostrar que sabes idiomas? Olvidamos vocablos que evocan épocas pasadas de nuestras vidas, oficios, juegos, modas. No imagino a Fernando de Aragón haciendo running delante del jabalí que va a herirle; que corriera, tal vez, pero... De un lector que me ha comunicado su satisfacción por haberlas encontrado en el relato: algorfa, tabuco, bálago, estridular, alcorque. Una ficción, para que sea creíble debe utilizar los utensilios, vestimenta, medidas, usos, ..., de la época en la que se desarrolla.
- Hablando de palabras ¿por qué ha decidido que los títulos de cada capítulo sea una palabra y sus posibles acepciones, resaltando una de ella en negrita....
- Por nada en especial. Utilicé la definición de la RAE en el título del capítulo en Quimeras de plomo en 2014 y agradó. Ahora vuelvo a utilizarla, pero resalto la acepción que me hace utilizar el título para ese capítulo.
- ¿Qué otros aspectos considera más destacables de su novela?
- Que está magníficamente editada por Ediciones Miguel Sánchez S.L. como acostumbra siempre la editorial. Está gustando entre los lectores y que creo que es una buena ocupación dedicarle un tiempo a su lectura en cualquier día, pero más para esta época de aconsejable confinamiento en casa para evitar contagios.
La toma de Alhama en la sillería del coro de la catedral de Toledo |
Mi cameo en una novela histórica
En la página 188 se inicia el capítulo XIV en el que Gastón Morata presenta a Juan Ortega del Prado y Martín Galindo y de cómo estos escaladores llegaron a Alhama, «ciudad musulmana a siete leguas de la capital del reino nazarí y que los espías al servicio de Rodrigo Ponce de León, marqués de Cádiz, habían recomendado atacar en lugar de Íllora, Ronda o Loja». Así mismo, hace referencia a sus alquerías de Játar, Arenas y Cacín, «donde se criaban ricos trigales que abastecían la capital nazarí» y de cómo la toma de Alhama se llevó a cabo en represalia por la toma de Zahara de la Sierra (Cádiz). Así mismo, explica la llegada de las tropas castellanas al Llano de Dona y cómo se preparó el asalto. También explica, al igual que lo hace el romance 'Moro alcaide', que en esos días el alcaide de Alhama se encontraba en Vélez Málaga en la boda de su hermana por lo que los asaltantes hicieron cautivas a su esposa e hija. «El emir ordenó que el alcaide fuese decapitado y su cabeza expuesta en las puertas de la Alhambra», por haber perdido esta importante plaza. En los siguientes capítulos 'Resiliencia', 'Hospital de sangre' y 'Cronista' vuelve a hacer referencia a Alhama ya que el protagonista, médico de profesión, visita esta ciudad, para conocer de cerca el hospital, momento en el que Íñigo López de Mendoza me presenta al personaje principal Yago Bonapont (Jacobo Pontez) como «preceptor de jóvenes nobles, en la actualidad cronista de Alhama y analista de los acontecimientos que acaecen bajo mi alcaidado». Un cameo que ha sido toda una sorpresa y que por supuesto agradezco al autor.
La acogida
En la página 188 se inicia el capítulo XIV en el que Gastón Morata presenta a Juan Ortega del Prado y Martín Galindo y de cómo estos escaladores llegaron a Alhama, «ciudad musulmana a siete leguas de la capital del reino nazarí y que los espías al servicio de Rodrigo Ponce de León, marqués de Cádiz, habían recomendado atacar en lugar de Íllora, Ronda o Loja». Así mismo, hace referencia a sus alquerías de Játar, Arenas y Cacín, «donde se criaban ricos trigales que abastecían la capital nazarí» y de cómo la toma de Alhama se llevó a cabo en represalia por la toma de Zahara de la Sierra (Cádiz). Así mismo, explica la llegada de las tropas castellanas al Llano de Dona y cómo se preparó el asalto. También explica, al igual que lo hace el romance 'Moro alcaide', que en esos días el alcaide de Alhama se encontraba en Vélez Málaga en la boda de su hermana por lo que los asaltantes hicieron cautivas a su esposa e hija. «El emir ordenó que el alcaide fuese decapitado y su cabeza expuesta en las puertas de la Alhambra», por haber perdido esta importante plaza. En los siguientes capítulos 'Resiliencia', 'Hospital de sangre' y 'Cronista' vuelve a hacer referencia a Alhama ya que el protagonista, médico de profesión, visita esta ciudad, para conocer de cerca el hospital, momento en el que Íñigo López de Mendoza me presenta al personaje principal Yago Bonapont (Jacobo Pontez) como «preceptor de jóvenes nobles, en la actualidad cronista de Alhama y analista de los acontecimientos que acaecen bajo mi alcaidado». Un cameo que ha sido toda una sorpresa y que por supuesto agradezco al autor.
Las páginas de referencia |
Con el chavalito que también aparece en la novela |
Con otro viejo conocido, Juan de Dios Villanueva Roa |
... y por supuesto interesados en la novela histórica, disponible para su venta |
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