Sandra García Delegada del Gobierno en Andalucía
«A la Junta no le tiene que temblar la mano si debe decretar un confinamiento; ahora es el mando único»
Insiste, no obstante, en que se están controlando los brotes y hay que transmitirlo en «positivo» porque hay «muchos sectores en juego»
Cuando el domingo 15 de marzo, Sandra García se asomó al balcón de la Torre Sur y observó la Plaza de España de Sevilla completamente vacía, comprendió realmente que iba en serio. El jueves anterior ya se lo habían anticipado. La granadina -de Alhama- apenas llevaba un mes en el cargo y se quedaba confinada en el solemne edificio de la Delegación del Gobierno, que por las noches tiene pinta de que empiecen a hablar las paredes. Su familia -sus dos hijas- le esperaban al otro lado de la frontera. Se ha centrado en la gestión de la pandemia y apenas sí ha hecho declaraciones. Esta es su primera entrevista. Agradece la colaboración de todos -incluida la Junta- en el centro de coordinación; aunque cree que ha sobrado política -más bien politiqueo- en estos tres meses.
La Plaza de España de Sevilla no es que esté aún muy concurrida. Los guiris son los únicos que se atreverían a pasear a las seis de la tarde, a cuarenta grados y sin sombra. Sentarse en el banco donde se representa la Toma de Granada entraña sus riesgos. Sobre los azulejos podría cocinarse vuelta y vuelta. Una madre con un bebé hace fotos a pulso desde la escalera, con el carricoche a un tris de marcarse un remake de 'El acorazado Potemkin'; un grupo de jóvenes charla con dos botellines de cerveza -vacíos-; y, al fondo, alguien canta acompañado de la guitarra 'Ese toro enamorado de la luna'. Es la nueva normalidad.
- ¿Cómo se recibe una llamada del Gobierno para informarle de que se va a decretar el estado de alarma?
- El Ministerio de Política Territorial nos convocó a una videoconferencia dos días antes a todos los delegados del Gobierno. Estaban la ministra de Política Territorial y la vicepresidenta primera. Empezaron a alertar para que nos fuésemos preparando. La reunión la tuvimos un jueves, estaba en un pueblo de Huelva y tuve que venir corriendo.
- ¿Hasta qué punto se podía prever? Aquí en Andalucía, esa misma semana, la Junta decía que no había que cerrar los colegios.
- Desde el Gobierno la actuación ha sido ejemplar. Si no se hubiese reaccionado como se ha hecho, limitando la movilidad, que era la clave de todo, hubiese sido más grave. No sé hasta qué punto se intuía. Es fácil, cuando ha pasado el tiempo, hacer futuribles y revisarlo todo. Se tomó la decisión cuando se tuvo que tomar. Es verdad que las semanas anteriores se empezó a especular sobre si habría Semana Santa y algunos decían que era una barbaridad, que el sector se nos echaría encima.
«El apoyo de Pedro Sánchez a Susana Díaz es total; quien no lo vea debe hacérselo mirar»- ¿Entiende que se cuestione la conveniencia de mantener las manifestaciones del 8M?
- En absoluto. No tiene ninguna relación ni es elemento causaefecto. Está más que comprobado. Tiene mucha maldad haber focalizado todo en el 8M y plantear que haya tenido algo que ver en que esto haya sido más virulento. Hay un componente anti 8M y algo de machismo. Sobre todo, porque hubo otras celebraciones.
- ¿Por qué sorprendió desabastecidos a tantos hospitales en EPI o mascarillas? Algo de tan escaso coste, como las mascarillas, fueron el talón de aquiles del sistema.
- La Sanidad es una competencia autonómica. Antes de la declaración del estado de alarma la Junta dijo que estaba preparada para lo que viniera. Creo que no se lo esperaban. Cuando se asumió el mando único, el Gobierno empezó a negociar y a disponer de todos los efectivos que hay en el país. Lo que destaco es la labor de solidaridad, ayuda, colaboración, de las personas de a pie y de las empresas, que cambiaron y se pusieron a hacer mascarillas y EPI. Chapó por esa colaboración. Esa crisis duró una semana o diez días. Luego vino la normalidad. Hemos llegado a repartir en Andalucía hasta 17 millones de elementos, entre mascarillas, EPI, test... Lo que sucedió es que, cuando nos pusimos a comprar material, aquello era una batalla entre los distintos países. Pone de manifiesto que necesitamos un sector industrial fuerte y potente para no depender de otros. Así como el sector de la alimentación ha estado garantizado porque tenemos una producción de cercanía muy importante, en esos elementos de protección hemos dependido de otros mercados.
- Pero se produjeron muchas críticas por parte de la Junta en esas semanas hacia el Gobierno por el reparto, precisamente, del material. Se dijo que no llegaba suficiente.
- Esa es la actitud que ha mantenido la Junta. Tenemos que destacar la que ha tenido el Gobierno de España, que no ha confrontado y ha actuado directamente. Ante las críticas, nosotros estábamos mandando material. ¿Cuál? El que se podía proporcionar en base a los casos diagnosticados. La Junta ha hecho una bandera de la confrontación, y ante esta situación dramática no se trata de criticar, sino de gestionar. La comunicación del consejero con el ministro ha sido directa. Lo más importante es que el Gobierno de España ha estado atendiendo a las comunidades. También en el suministro de información, que era recíproca, porque los datos se aportaban desde las comunidades. Las competencia en salud las tienen ellas. Era una alianza de las 17 comunidades con el Ministerio de Sanidad. No tenía sentido ese enfrentamiento.
«La Junta ha hecho una bandera de la confrontación; no se trata de criticar, sino de gestionar»- ¿Ha sido mejorable esa lealtad?
- Podía haber sido mejorable. Se dieron dos escenarios. Teníamos reuniones diarias del Centro de Coordinación Conjunto (CECOR), con la Junta, ayuntamientos, cuerpos y fuerzas de seguridad, y las Fuerzas Armadas. Había un clima de extraordinaria coordinación y colaboración entre todos. Luego veías la puesta en escena de la Junta, que criticaba permanentemente al Gobierno. Desde el Gobierno solo hubo gestión, sin entrar a confrontar. Teníamos y seguimos entendiendo que con el enfrentamiento no vamos a tener más razón.
- ¿Quiere decir que hubo un perfil institucional y otra parte que intentó sacar rédito político?
- Solamente hay que ver la declaración de la Junta después de las conferencias con los presidentes. Donde todo eran quejas, que la financiación no era suficiente... Cada uno es libre de hacer lo que quiera, la ciudadanía sí es consciente de lo que ha hecho el Gobierno, la lealtad con la que ha trabajado con las comunidades. Tengo que reconocer la labor de Antonio Sanz, como viceconsejero de la Junta, del presidente de la FAMP, Miguel Briones (secretario general de Interior y Espectáculos Públicos), los alcaldes, los cuerpos de seguridad, la UME y Protección Civil, la Policía Autonómica y las policías locales. Me quedo con ese clima y la lealtad con la que hemos trabajado.
- Menciona la financiación, que es un debate que aún no está resuelto. La Junta insiste en que llega menos dinero del que le corresponde a Andalucía de ese fondo extra de 16.000 millones.
- En total, en todo este periodo, a la Junta se le van a dar más de 7.000 millones de euros. Incluidos los 2.100 que corresponden del reparto de los 16.000, en base a los gastos sanitarios que se puedan justificar, un apoyo financiero para afrontar el inicio de curso y otra partida para compensar la pérdida de ingresos. Hay un factor de población como elemento corrector. Cuando se decretó el estado de alarma se aprobó un fondo social por el que le correspondieron 51,7 millones euros a Andalucía. Hay un anticipo a cuenta, se modificaron los fondos europeos que no estaban comprometidos, y lo negocia la ministra de Hacienda, para que más de mil millones de euros se puedan dedicar a los gastos de la Covid. Todo ha sido apoyo. La financiación para la vivienda, 80 millones... 7.000 millones en total. Que la Junta confronte con la financiación no está justificado. Otra cosas son los temas pendientes. Hay que sumar además todas las medidas de los ERTE, apoyo a los autónomos, créditos ICO... Se ha atendido una crisis sanitaria para salvar vidas. Hemos intentando ayudar y dar oxígeno al tejido empresarial, a las familias y a las personas. La aprobación del ingreso mínimo vital ha sido un gran avance social. La gestión del Gobierno de España está re
«La competencia es de la comunidad y en julio tendrían que tener más claro cómo será la vuelta»- Dicen de usted que es una figura de consenso entre Pedro Sánchez y Susana Díaz. ¿Se siente así?
- Soy una figura de consenso y, robándole las palabras a José Antonio Rodríguez Salas [coordinador del grupo del PSOE-A en el Congreso], formamos parte de la nueva normalidad del partido en Andalucía. Soy una persona de consenso total. De la secretaria general en Andalucía y del presidente Pedro Sánchez. Mi cometido es trabajar para el Gobierno de España, con total lealtad a Pedro Sánchez.
- Entonces, ¿no está tan mal el PSOE-A como se cuenta?
- No. La crítica es normal. La ventaja de mi partido es que hay libertad para que todos puedan decir lo que piensan; quizás en otros partidos no la tengan. Aquí hay una alianza que está absolutamente clara y es que hay un total apoyo del presidente y secretario general a la secretaria general de Andalucía; y el que no quiera ver eso tendría que hacérselo mirar. Mientras nosotros nos peleamos los demás nos ganan terreno. El PSOE tiene que estar fuerte, con nuestra secretaria general, que es Susana Díaz, y el tiempo dirá. Lo importante es trabajar en la oposición en el Parlamento y para el Gobierno de España. conocida a nivel internacional. El presidente está haciendo un gran trabajo a nivel europeo. Incluso adversarios políticos han reconocido esa labor. Que de la crisis sanitaria vendrá otra económica es una realidad. El turismo se ha parado, y supone el 12% de nuestro PIB en Andalucía. Hay que poner también en valor el diálogo con los agentes sociales.
- Pero se cambia el criterio de población en las reuniones que se mantienen para repartir esos fondos...
- Se trata de un fondo extraordinario y finalista, con el objeto de paliar los efectos de esta crisis y un gasto sanitario. Y dentro de eso, los gastos que ha presentado la comunidad. Se introdujo después el factor de la población. -También se introduce la educación. ¿Cómo va a ser la vuelta del curso escolar? ¿Cada comunidad va a tener un modelo? -Habrá que preguntárselo al consejero de Educación. -El ministerio da unas recomendaciones... -Volvemos a un tema que es competencia de la comunidad. Hasta ahora, por las noticias que van saliendo, parece que el plan no está muy bien definido. Espero que desde la Junta sean lo más consecuentes posibles. Tendrán que mantener las distancias. Es la Junta la que tiene que hacerlo. Creo que ya en el mes de julio tendrían que tenerlo más claro.
- ¿Cómo se contempla el control de las fronteras y la llegada de turistas? ¿Y la operación Paso del Estrecho?
- La operación Paso del Estrecho no deja de ser un movimiento de personas que pasan por nuestro territorio para ir a su destino. Por parte del Gobierno está todo preparado y a la Junta le trasladé que tiene que adaptar sus competencias de atención primaria y hospitales por si hay positivos por Covid. Hay una normativa para puertos y aeropuertos que depende de Sanidad Exterior. Hay establecido un protocolo de toma de datos.
«Esperamos tener en un mes la declaración de impacto ambiental de las conducciones»- El PP insiste, por ejemplo en Madrid, en que el control en el aeropuerto no es adecuado.
- Lo es. También tenemos que hacer un llamamiento a la responsabilidad personal, juega un papel clave y estratégico. Es una obviedad, pero quien tenga algún síntoma, que no viaje. En todo caso, estamos con el mando único de la comunidad autónoma. Si en el caso de Andalucía fueran insuficientes las medidas pueden establecer su propio criterio de seguridad. Cataluña ha establecido mascarilla obligatoria. La comunidad tiene que ejercer su competencia y no le tiene que dar miedo legislar.
- Una de las decisiones más comprometidas puede ser volver a confinamientos puntuales. ¿Cómo está Andalucía?
- Tengo preocupación por las dos provincias que en aquel primer ranking glorioso no pasaron a la siguiente fase, que se dijo que fue una decisión política. Hablo de Granada y Málaga, que hoy por hoy son las que más casos tienen. Las que no pasaron por una 'decisión política'. Ahí lo dejo. Al Gobierno de la Junta no le tendría que temblar la mano si tuviera que decretar un confinamiento. Ahora las competencias son suyas, son el único mando, tienen todos los datos de salud. Yo tengo buena relación con el consejero, es buena para la gestión. No se ha dicho nada desde el Gobierno sobre la posibilidad de volver a la situación de estado de alarma. Lo que va surgiendo se está gestionando desde las comunidades.
- Por los datos que tiene, ¿los brotes están controlados?
- Se están controlando. Es un elemento importante y es necesario que lo transmitamos en plan positivo. Transmitir que se está controlando es muy importante. Hay muchos sectores en juego, si dices que en Andalucía es un peligro, mal vamos. La salud sigue siendo lo más importante.
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