En su haber varios campeonatos de Andalucía y campeón internacional (Andorra) en kumite (combate) competidor duro, fuerte y resolutivo, noble y simpático.
Manuel se ha ganado la admiración de todos por su fortaleza, su espíritu y su carácter. No solo destaca en su habilidad técnica y estratégica, sino que su forma de competir refleja los valores de respeto y humildad que caracterizan al verdadero karateka.
El pino que lleva el nombre de Manuel será un recordatorio constante de su perseverancia y de la constancia que le ha permitido alcanzar este hito en su vida. La hoja perenne del árbol refleja su compromiso inquebrantable y la dedicación con la que ha abordado su formación en karate. A lo largo de los años, Manuel ha demostrado que la disciplina y el trabajo arduo rinden frutos, y su ejemplo motiva a las generaciones que vienen detrás. Este árbol, firme y creciente, representa no solo su fortaleza como karateka, sino también su conexión con unos compañeros, en el deporte y en la vida, que lo valoran y lo admira.
Con el tiempo, este pequeño bosque de pinos plantados en honor a los cinturones negros del club seguirá creciendo y se convertirá en un símbolo vivo del esfuerzo, la humildad y el amor por el karate que cada uno de ellos ha dejado en Alhama y comarca.
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