Dentro de la Agenda Urbana de la zona Temple, Valle y Costa Interior, se promueve el concepto “Agrohub” para conectar productores y consumidores de cercanía.
El municipio de Escúzar se convierte hoy y mañana en el epicentro de la innovación agrícola y el desarrollo rural con la celebración de las I Jornadas Internacionales Market Hub Km0.
En ellas, expertos en agroecología, autoridades locales y emprendedores del sector se reúnen para compartir experiencias y debatir sobre el futuro de la agricultura sostenible, poniendo el foco en el concepto de agrohubs, espacios de innovación y colaboración, donde los productores, empresas, y otros agentes del sector agroalimentario pueden compartir conocimientos y recursos en este caso basados en los productos de cercanía.
El diputado de Fondos Europeos, Desarrollo, Industria y Empleo, Antonio Díaz, presente en la inauguración de las jornadas, ha comentado que “la Diputación de Granada organiza este evento en el marco de la Agenda Urbana y rural de la zona Temple, Valle y Costa interior para dar visibilidad al modelo de la agricultura de cercanía, de Km 0. Tanto es así, que apoyamos la construcción de un Agrohub en Escúzar, que estamos seguros de que será un ejemplo de desarrollo económico y social basado en la agricultura de proximidad”.
Las jornadas abordarán el futuro de los agrohubs con experiencias internacionales y nacionales en el sector agrícola, el papel de la mujer rural en las nuevas formas de comercialización y el futuro del Agrohub que hay proyectado en Escúzar.
La alimentación KM0, también conocida como de cercanía, representa un modelo de consumo sostenible. Se basa en la compra de alimentos producidos localmente, lo que significa que han recorrido una mínima distancia desde su origen hasta el consumidor.
Esta práctica no solo promueve una relación más directa entre los productores y los consumidores, sino que también tiene múltiples beneficios para el medio ambiente, la economía y la salud, ya que uno de sus principales beneficios es la reducción de la huella de carbono al disminuir los trayectos para su transporte, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático. Además, los alimentos locales no requieren procesos intensivos de conservación ni embalajes excesivos, lo que también disminuye el impacto ambiental.
Desde el punto de vista de la salud, los productos de KM0 suelen ser más frescos y nutritivos, ya que son recolectados en su punto óptimo de maduración y llegan más rápido al comusmidor. Esto contrasta con los alimentos que recorren grandes distancias, que a menudo son cosechados antes de tiempo y pasan por largos procesos de almacenamiento.
Por último, en términos económicos, el consumo de productos de proximidad fortalece a los agricultores y productores locales, ayudando a mantener viva la agricultura y las pequeñas explotaciones familiares.
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