Personalidad en la obra artística de María del Carmen Martínez

Dominio singular en la realización del género del retrato.

Algo habíamos visto y hasta admirado de la labor artística de María del Carmen Martínez, pero la inauguración de su actual exposición, el pasado viernes, en la Galería de Arte del Carmen en el Ayuntamiento, dejo a una inmensa mayoría de personas realmente sorprendidas por su singularidad pictórica, elevada cálida y un buen gusto realmente sobresalientes.

María del Carmen Martínez es una persona querida y aprecia por Alhama y los alhameños, por la diversa y gran labor que ha desarrolla durante tantos años, primero como profesora y después por su sentido de la solidarizada y la eficaz práctica de la misma, ello unido a una sensibilidad especial para todo lo que ponga en evidencia una mayor dignificación de las personas, especialmente de aquellas que más lo necesitan.

Nada más que la respuesta de asistencia de público que puso la inauguración de su exposición, evidenció claramente cuanto se la aprecia y quiera por todos. En pocas ocasiones se ha visto una inauguración de esta clase con tantísimas personas, abarrotándose toda la alargada galería y quedando fuera, dependencias del Ayuntamiento que daban a la entrada a la galería, repletas de personas.

La exposición presenta, por una parte, unas veinte obras en la que retrata a una serie de alhameñas y amigas y las recoge con tan singular acierto artístico que no sólo son un fiel reflejo de las mismas, consigue acercárnoslas en sus cualidades personales. En prácticamente todos los casos, nos referimos a las personas alhameñas que conocemos, les da una especial presencia-significativa que supera la mera captación del “retrato” de las personas. Hay algo más, mucho más, la visión y el logro de una artista como María del Carmen que las significa en sentimientos y modos de ver la vida. Lógicamente todas las “retratas artísticamente” que, creo, salvo alguna excepción, se encontraban en el acto, estaban plenamente muy satisfechas de su retrato. Otras personas, mujeres y varones familiares y amigos, manifestaron que en nada se opondrían a que les efectuase uno.

No, no es que el logro de María del Carmen Martínez en cada retrato mejore a la retratada. Es algo más, es que casi se hunde en su alma, y refleja sentimiento y hasta, probablemente, formas de ser de la persona que ha tomado como modelo.

Junto a estos “retratos”, presenta varios oleos que igualmente ponen de relieve el acierto con el pincel de María del Carmen, con paisajes y rincones alhameños, pero son los menos en número que no en calidad.

El acto inaugural, al que asistieron autoridades y representaciones, como el alcalde y el presidente del Patronato de Es tedios Alhameños, quizá, periodísticamente hablando, sería más correcto decir “el todo Alhama”, se inició con la intervención de Carmen Arrabal Carrera, acto seguido lo hizo Andrés García Maldonado, a continuación, Pilar Espejo Calvo y la primera teniente-alcalde Matilde Molina, cerrando las intervenciones Mari Carmen Martínez.

Lógicamente, todas las intervenciones coincidían en muchos y variados aspectos de la calidad humana, personalidad, valores artísticos y morales de la artista. Especialmente se reafirmó, una y otra vez, en su condición de buen ser, además de excelente persona, siempre, siempre, en todo momento y circunstancia en ayudar y colaborar, entregarse, en todo aquello que puede beneficiar al semejante y a la sociedad en su conjunto. Y, por supuesto, a todo lo de Alhama, sin olvidarse ninguno de los intervinientes de su calidad de amiga y compañera, ya sea como maestra y profesora, ya como miembro de número del Patronato de Estudios Alhameños, que lo fue durante muchos años, desde 1991 que ingreso en años en los que era presidente el fundador del mismo, Andrés García Maldonado.

María del Carmen Martínez Jiménez estudio en primer lugar Magisterio y después se Licencio en Filosofía y Letras, así su primer destino como maestra fue Jayena, donde estuvo un años, después estuvo otro en Pinos Puente, pasando uno más en una barriada marginal de Granada para llegar a Alhama al “Cervantes”, donde estuvo más de 20 años y ya destacó desde un principio no tan sólo como excelente docente, también como participativa en todo acto o realización, con los demás profesores y poniéndolos también ella en marcha por su iniciativa propia, en actividades de todo tipo propias de estos centro pero con proyección exterior y , en tantos caso, vinculadas con las celebraciones, acontecimientos, fiestas del propio pueblo. Carnaval, Navidad,… Como luego haría en el Colegio “Conde de Tendilla”, durante años, y en el mismo Instituto de Enseñanza Media de Alhama, donde se ha jubilado como profesora.

En todos esos lugares como por todas las entidades, sobre todo las del voluntariado, que ha pasado ha dejado y sigue dejando su huella, ahora en ocasiones con mayor impronta al encontrarse ya jubilada tras tan brillante carrera en la Enseñanza.

Las palabras que pronunció, muy emocionada, fueron de gratitud y reconocimiento a todos los asistentes, a los que habían intervenido al mismo Ayuntamiento, en la persona de su alcalde, Jesús Ubiña Olmos, por hacer posible llevar a cabo la exposición y a toda la Corporación Municipal. Expuso la realización de su obra, sus afanes, sentimientos y total vocación, concluyó su intervención con unas sentidas palabras dedicada a sus hijos y familia y, muy especialmente, a su esposo, otra gran persona alhameña como es nuestro buen amigo Antonio Guerrero Ortiz.

No necesitamos decir que los aplausos que se fueron sucediendo intervención tras intervención y, muy especialmente, tras hablar ella misma fueron calurosos y prolongados.

Una inauguración muy concurrida