Restar pobres y sumar afiliados


Reducir el número de personas en situación de pobreza y sumar afiliados a la Seguridad social. Ahí está el “toquetó”, como decimos los granadinos.

 Ya sé que somos muy repetidos el titular de la sección y este entrometido que se cuela de vez en cuando. Pero también son cansinas las cadenas de televisión repitiendo películas de Martínez Soria y ahí siguen, erre que erre, como uno de los personajes que interpretó el actor maño.

 Las elecciones europeas son tan serias e importantes como todas las demás, pero la gente elige a personajes como Ruiz-Mateos o candidatos con propuestas demagógicas y de difícil encaje jurídico. Y no es lo mismo tomarse a coña algo tan intrascendente como el festival de Eurovisión y mandar a Rodolfo Chikilicuatre que hacer lo mismo con la UE. Según su página oficial “El 53% de las leyes aprobadas en España entre 2019 y 2024 deriva de directrices y decisiones europeas”:


 Esta misma semana la prensa recogía que el Fondo Monetario internacional, organismo nada sospechoso de izquierdista, calcula que la subida del salario mínimo ha sacado de la pobreza a 1 millón de trabajadores en España. Y no ha destruido empleo como vaticinaban los agoreros, sino que el número de cotizantes a la Seguridad Social sigue subiendo y el número de parados sigue bajando. Más afiliados y con bases de cotización mayores van mejorando las arcas de la Seguridad Social lo que permite (mientras gobierne la izquierda) subir las pensiones lo que sube la inflación, como mínimo y no el 0,25 por ciento y seguir aumentando la hucha de las pensiones que actualmente cuenta con 6.100 millones de euros y se prevé que acabe el año en más de 9.000 y se lleguen a los 25.000 en 2027.

Cuanto más se recaude por cotizaciones de trabajadores, mejor por supuesto...

 Conviene recordar que Rodríguez Zapatero había dejado el Fondo de reserva de la Seguridad Social (nombre oficial de la hucha) en 66.000 millones y Rajoy lo dejó temblón, que para eso estaba, pero no hacía más que quejarse de la herencia que había recibido de su antecesor.

 Cuanto más se recaude por cotizaciones de trabajadores, mejor por supuesto, pero siempre recordando que no se deben condenar al anatema propuestas que busquen otras fórmulas de alimentar el presupuesto de las pensiones: VER AQUÍ.

 Otra medida que ha pasado desapercibida y seguramente muchos desdeñarán, pero no por ello menos importante, es el reciente aumento en un 50 por ciento del presupuesto de las becas para opositar a juez y fiscal, que este año contará con 8 millones lo que permitirá ofrecer 1.000 becas de 8.000 euros anuales, que pueden renovarse tres veces. Es decir, licenciados en derecho de familias en las que no sobra el dinero pueden tener esta ayuda durante cuatro años para preparar estas durísimas oposiciones, que, aparte de tener que estudiar durante varios años, conllevan un montón de gastos como comprar numerosos libros, cada uno de los cuales cuesta entre 100 y 150 euros.

...ofrece alguna garantía de que lleguen los mejores y no solamente los “hijos de papá”

 Esta es una medida cuyos frutos no aparecen rápidamente, pero que con el tiempo puede llevar a una democratización de la administración de justicia, ya que la inmensa mayoría de jueces y fiscales proceden de familias acomodadas y en muchos casos con larga tradición de acaparar esos puestos.

 Que puedan obtener plaza gracias a esas ayudas jóvenes brillantes que de otra forma no se lo plantearían, ofrece alguna garantía de que lleguen los mejores y no solamente los “hijos de papá”. La justicia es imparcial y los que la imparten hacen (no siempre) todo lo posible por serlo. Pero creo que quienes han estudiado en colegios públicos y viven en barrios obreros pueden ver las cosas de manera diferente a quienes han estudiado en colegios privados y se mueven en entornos de casitas del barrio alto, como cantó Víctor Jara.

 A ver si así no se repiten casos como el del juez que archivó la causa contra tres antidisturbios de los mossos d’esquadra porque cree que una mujer que perdió un ojo por el impacto de un proyectil de foam (el sustituto moderno de las pelotas de goma de toda la vida) durante una carga de los agentes en una manifestación “debe cargar con las consecuencias”. Es decir, si acudes a una manifestación y te lesionan por no seguir los protocolos para proteger la integridad física de todo el mundo, la culpa es tuya y no de quien actúa imprudentemente. Por la misma regla de tres a quien sube a una montaña y se lesiona, cuando llama pidiendo auxilio podrían decirle, que para qué ha subido, que la montaña siempre es peligrosa. Cosa que, por supuesto no va a suceder, porque siempre van a acudir en su ayuda.

Firma invitada: Prudencio Gordo Villarraso.

 


últimos comentarios

Gracias por dejar tu comentario y fomentar la participación. Se publican en breve.

Artículo Anterior Artículo Siguiente