El ayuntamiento y el Patronato de Estudios Alhameños le dedican una placa y una mesa redonda destaca su trayectoria profesional y humana.
Precioso y emotivo homenaje póstumo a Antonio Ramos Espejo fue el que paisanos y amigos brindaron en la mañana del sábado, 2 de diciembre, al maestro de periodistas, profesor y escritor Antonio Ramos Espejo. Desde su fallecimiento, el pasado 25 de febrero, el Patronato de Estudios Alhameños ha querido manifestar su profunda admiración por este ilustre paisano con una celebración que se ha materializado ahora pues en este mes, hubiese cumplido 80 años.
Lo ha hecho con dos actos, el descubrimiento de una placa a la entrada de la calle Guillén, donde Antonio Ramos ha vivido en sus estancias en su pueblo natal (aunque nació en la cercana calle Enciso) y una mesa redonda coordinada por el presidente de honor del Patronato e hijo predilecto de Alhama, Andrés García Maldonado, en la que han intervenido compañeros de los medios de comunicación que fueron sus compañeros en las tareas periodísticas como Francis Romacho, Alejandro Víctor García, Quico Chirino, Juan de Dios Mellado y Manuel Gómez Cardeña. Acto que se celebró en un salón de plenos del Ayuntamiento, completamente lleno, y que concluyó con la entrega de la 'Medalla de Honor' del Patronato, a título póstumo por parte de su actual presidente, Raúl Gálvez Morales, que fue recogida por la viuda y la hija del homenajeado.
Vídeo íntegro del acto en el ayuntamiento
En una fresca mañana, aunque soleada, en torno a las once y media se fueron concentrando al inicio de la calle Guillén, esquina Humilladero, varias decenas de familiares y amigos para asistir al descubrimiento de una placa que desde ahora recordará al gran reportero andaluz. El concejal de Cultura, nombrado para la ocasión alcalde accidental, Juan Calderón, daba la bienvenida a familiares y amigos y descubría la placa cubierta hasta entonces con la enseña andaluza, en la que puede leerse «Al insigne alhameño y periodista Antonio Ramos Espejo (1943-2023). Renovador del periodismo andaluz a nivel nacional» seguidas de las dos instituciones que lo han promovido. Antes de dirigirse hacia el consistorio, otro alhameño, Manuel Juan García, daba lectura a una oda en espinela dedicada al periodista.
«Im memoriam de D. Antonio Ramos Espejo, en el homenaje que le dedica Alhama de Granada.
Sabio, honesto, sin flaquezas,
con pasión siempre entregado,
a encontrar el alto grado,
donde anidan las certezas.
Ajeno a loa y noblezas,
sus huellas de esfuerzo y gloria,
ensanchan la luz de la historia,
de un jameño excepcional,
guía, modelo y fanal,
para el mundo y su memoria».
Una vez en el ayuntamiento, Juan Calderón mientras la campana de la vecina iglesia del Carmen, daban las campanadas de las 12 del mediodía, exponía los muchos méritos de Antonio Ramos y Raúl Gálvez el privilegio de haber coincido en el tiempo con él y su humildad que siempre tuvo por bandera y que le llevó a estar siempre a disposición de los demás y participar activamente en la primera etapa del Patronato, una Asociación Cultural que sumando sus dos etapas superar el medio siglo, siendo también colaborador en las páginas de su Anuario por lo que en 1997 le concedió el título de Alhameño del Año y años después invitado de honor en la Velada de los Romances. «Antonio, desde luego no ha dejado su obra sus libros, su trabajo de toda una trayectoria por lo que pienso que su memoria no solamente va a quedar en esa placa que acabamos de descubrir», dando a entender que ya está trabajando en otras actividades que sirvan para perpetuar la memoria de Antonio Ramos como es la organización de un certamen periodístico con su nombre. A continuación agradecería al Ayuntamiento, a sus compañeros y a Andrés García Maldonado su implicación en este acto y a Gerardo Molina y Lina Aranda el haber cedido su fachada para la colocación de la placa conmemorativa, sin olvidar al público por su presencia en este acto en el que también estuvieron presentes, la teniente de alcalde, Matilde Molina, la presidenta de la Mancomunidad y alcaldesa de Fornes, Ana Belén Fernández y el alcalde de Játar, Alexander Leo Van Oepen, la concejala socialista, Sandra García, entre otros representantes políticos. También estaba en la sala su buen amigo el periodista, Antonio de Mora Saavedra y otro de sus «niños» junto con Quico Chirino, como es Jesús Chacón.
Por su parte, García Maldonado calificaba el acto de «agridulce» por celebrarse debido a la desaparición de Antonio y por el hecho de reconocer el valor y méritos del renovador del periodismo lo que lo hace «necesario». A continuación, recordaba vivencias compartidas en su juventud como era la puesta en escena de obras de teatro, siendo director, Antonio Ramos, así como su calidad como poeta en los encuentros poéticos-artísticos, sus dotes para la enseñanza y sus primeras publicaciones en la Revista La Comarca que se publicaba en 1966 y de la que se llegaron a publicar cuatro números. También sus vivencias compartidas en Málaga y sus primeros artículos en el periódico El Sol de España que tuvieron gran aceptación sobre todo los dedicados a promocionar la noche de Torremolinos o las contraportadas dedicadas a cada uno de los pueblos de Málaga y donde incluyó también su querido pueblo bajo el título de 'Alhama, la suspirada'. Después relataría su estancia en Roma donde conoció a Melchor Sáiz-Pardo que le abriría posteriormente las puertas de Ideal.
A continuación, iría dando la palabra a cada uno de los integrantes de la mesa que compartirían emocionadas vivencias como en el caso de Francis Romacho que recordó al humorista Martinmorales que les acompañó en aquella época y que terminarían en varias ocasiones en los juzgados por faltas relacionadas con la censura. Luego calificaría a Ramos como auténtico «mito del reporterismo», destacando su valentía y su capacidad de liderazgo. También su admiración por Manu Leguineche. Por su parte Alejandro Víctor García reconocería que conoció a Antonio en Ideal y que«gracias a él me hice periodista cuando todavía era un estudiante de Filosofía que no sabía por donde tirar» hasta que en 1982 se pudo en marcha el Diario de Granada, periódico donde sería acogido y donde realizaría cosas insólitas como los guiones de las viñetas que dibujaba Jesús Conde o escribir el horóscopo diario. También recordaría reportajes que llegaron a ser muy conocidos o la creación del primer suplemento cultural de Andalucía en este diario granadino. «Antonio me transmitió, primero la pasión del reporterismo y la pasión por la entrevista que son los géneros que yo he tratado más asiduamente, pero dio un paso más allá pues también nos enseñó que escribir en un periódico es en cada ocasión una especie de examen moral con uno mismo en cada crónica, en cada suelto, en cada reportaje», manifestó antes de añadir que «aunque Antonio Ramón ya no está con , desde mi punto de vista su influencia me llega me llega todavía al alma».
Por su parte, Manuel Gómez Cardeña rememoró su relación de amistad con Ramos al que conocería en 1974 en IDEAL para resaltar la importancia de las mujeres de su vida y otras como la mujer de Carlos Cano o Magdalena, la esposa de Martínmorales, y la propia Antonina Rodrigo, que no quiso perderse este merecido homenaje y que al final hablaría en una improvisada intervención. Quico Chirino indicaría que para él era un día de nostalgia y melancolía pues le recordaba cosas vividas con su maestro que no volverán a repetirse y de cómo no se entendería el IDEAL de hoy sin los reportajes (crónicas) de su maestro, Antonio Ramos y «que consiguieron cambiar una línea editorial». También comentaría que sigue guardando el cuaderno en blanco que le regaló en una visita que le hizo en Alhama cuando vino a entrevistarle con motivo de la concesión de la Medalla de Andalucía y le dijo «que quería llegar a viejo con una libreta en la mano, siendo periodista y reportero hasta el final», y otras valiosas lecciones como que la herramientas de los periodistas es saber escuchar y hacer preguntas, siendo las principales cualidades la humildad ,«tengo de él el respeto a este oficio por encima de todas las cosas».
Juan de Dios Mellado explicaría cómo le llegaría a Antonio la posibilidad de dirigir la Enciclopedia de Andalucía donde tuvo el mérito de coordinar a 187 personas gracias a su autoridad intelectual y moral y que tiene que ser recordado toda la vida. «Antonio era como una mosca cojonera que siempre terminaba saliéndose con la suya». Recordó su paso por la Revista Triunfo donde dejaría una profunda huella de su solidez intelectual. “En los artículos de de Antonio que merece hoy en día recordar había dos cosas que le marcaban perfectamente: respeto y tolerancia que hoy en día parecen ser, sobre todo, en nuestra profesión algo que se ha olvidado», señalaría. Para terminar, resaltaría otros proyectos compartidos durante una década, pues además de la Enciclopedia de Andalucía harían también la de Sevilla, Jaén y Córdoba. “Yo tengo el recuerdo de Antonio como la persona más honesta, más cabal, más honrada y más capacitada para buscar la verdad en nuestra profesión como nunca he conocido. Por eso gracias al pueblo de Alhama por haber dado a este hijo predilecto y gracias a la familia de Antonio y a la corporación y el Patronato porque estáis haciendo algo que es enormemente importante: mantener viva la memoria y la historia de un personaje, yo diría casi exclusivo de la Andalucía reciente que hemos vivido y estamos viviendo», afirmaría para rematar su intervención.
Antes de finalizar la escritora e historiadora Antonina Rodrigo tomaría la palabra para relatar sus vivencias con Antonio ya que cada vez que viajaba a Barcelona ella y su marido Eduardo se encontraban y compartían confidencias. También la anécdota de que el delincuente juvenil El Vaquilla le solicitó una máquina para escribir sus memorias, petición que le comentaron a Antonio y él les dijo «eso está arreglado» pues aprovechando que le había sustituido recientemente la suya por un ordenador se la mandó a la prisión de Gerona con un carro grande. También añadió que había colaborado con él en la Enciclopedia de Andalucía y cómo cada vez que viajaban a Sevilla a dar una conferencia o recibir un premio que le otorgó la Universidad de Sevilla, promocionado por Antonio pues se alojaban en su casa. Así pasaría a relatar algunos de los mejores reportajes por él publicados en la Revista Triunfo, especialmente los relacionados con la emigración andaluza a Alemania. Para terminar, manifestaría su opinión acerca de la faceta feminista y lorquiana que no se había mencionado a pesar de ser muy importante.
Antes de concluir el acto, el presidente del Patronato entregaría la Medalla de honor de la entidad a título póstumo a la viuda de Antonio Ramos tal y como aprobaría la junta general el pasado 23 de septiembre «en justo reconocimiento a los muchos méritos que en él concurrieron tanto como alhameño así como miembro de número de esta entidad en su primera etapa y muy especialmente por haberse convertido dentro de la historia del periodismo español e innovador del periodismo andaluz a nivel nacional». Medalla que recogería emocionada Carmen y que agradecería su hija con la lectura de un breve texto de agradecimiento a los organizadores y participantes en el acto, y «de corazón a toda mi familia, a toda mi familia de Santa Cruz, a todos los Ramos, a todos los Espejos, a mi familia de Almería, mis hijos y mi marido y a mi madre, gracias por ser tan valiente y luchadora, gracias a todo el pueblo de Alhama».
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