Rescatado de la herrumbre vuelve a funcionar tras un largo proceso de restauración supervisado por Pablo Moreno.
Cuando hace un tiempo, en la labor de limpieza del campanario de toda la suciedad acumulada principalmente por las palomas, se encontraba Juan Raya y su hijo Juan Gabriel, tomaron preocupación por un mecanismo que estaba totalmente oxidado, pero cuya apariencia dejaba notar la importancia del mismo. No era otra cosa que el reloj que por años y algo más de un par de siglos, tocaba las campanas anunciando las horas del día, tal y como lo conocemos ahora, pero entonces un artilugio mecánico de gran envergadura y todo un avance en aquellos tiempos, y cuando tener un reloj, de bolsillo o pulsera, me refiero, no estaba al alcance de la mayoría, y, entonces sí, éste cumplía una función muy importante para los ciudadanos.
Pues bien, hace unos años se sustituyó el obsoleto mecánico por el electrónico que hay en la actualidad, quedando el viejo a merced del paso del tiempo y los caprichos de las aves, que podían acceder al campanario. Cuando se enrejó el mismo y se procedió a su limpieza, como decimos, y entre otros, por Juan Raya y su hijo Juan Gabriel consideraron que merecía la pena no dejar perder algo que también forma parte de nuestra historia, de esta forma se pusieron en contacto con Pablo Moreno, y junto a Curia y Ayuntamiento empezaron a ver si era factible su arreglo, si no para ponerlo en marcha con la función que cumplía, sí para recuperar esta pieza del sigo XVIII, datada, según consta, en 1760 para que siguiera dando las horas, pero en esta ocasión como pieza restaurada.
Todo esto llevó un tiempo, pero al final, permisos, papeleos y financiación se pudo conseguir y se pudo dar vía libre a su restauración, para lo cual Pablo Moreno contactó con su colega, relojero monumental granadino, José Martín, e hijo, y en su restauración se ha empleado cerca de cinco meses y diferentes técnicas para devolver a este mecanismo de relojería su antiguo esplendor.
Tras desmontar las diferentes piezas del reloj una a una, el mecanismo fue trasladado al taller donde durante meses se ha limpiado cada uno de los engranajes, empleando en algunos casos el arenado, técnica en la que se proyecta a presión granos de arena especial para eliminar el óxido incrustado.
Se puede ver en el CIAG (Plaza de los Presos)
Finalizada su restauración, a principios de este mes de noviembre, se procedía al montaje provisional del reloj y su traslado el CIAG (Centro de Interpretación de Alhama de Granada), ya que la intención es que un futuro, se pueda volver a colocar en su lugar de origen, en la torre, a modo expositivo, ya que, aunque tras la limpieza está operativo de nuevo, no está prevista la sustitución del mecanismo electrónico actual por el original, ya que su mantenimiento sería muy complejo y costoso, tal y como nos manifestó Pablo en sus declaraciones a Radio Alhama en Internet, y mientras, todas aquellas personas que visiten el CIAG podrán contemplar esta joya de los relojes mecánicos, construida hacia 1760 por el relojero granadino Joseph Lorenzo Corona.
Una actuación que, como decimos, ha sido llevada a cabo a través de la concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Alhama y la supervisión de Pablo Moreno, que nos decía que: “Mucho trabajo, mucho esfuerzo y mucha perseverancia, pero al final ahí está”.
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