Tras integrarme mi inolvidable gran amigo Antonio Pastor Fernández, primer teniente-alcalde y presidente de la Comisión de Fiestas, en dicha Comisión en la Feria de Septiembre de 1965, cuando tenía 17 años, no dejé de pensar en posibles actividades, sobre todo culturales, para ferias y fiestas locales posteriores.
Ya llevaba algo de experiencia, dentro de lo que era de esperar. Por un lado, había aprendido mucho siendo ayudante de otra persona querida siempre como hermano, Antonio Moreno Cabello, con el Club de la Amistad y nuestras actividades en el entonces Patio del Cuartel donde convertimos el estercolero de las cuadras de los caballos de la Guardia Civil, en un magnífico escenario, en junio de 1964, o el año anterior como último presidente de las Juventudes de Acción Católica que, a su vez, se entrelazamos con los Boy Scout de Alhama, no vinculándonos con las organizaciones juveniles de la Falange, ubicadas en la casa de los maestros de las escuela del Paseo, entonces deshabitadas, aunque nosotros jugábamos, además de los mismos juegos de mesa para todos los gustos, con una gran ventaja: una magnífica mesa de pin-pon, la única que había en toda Alhama, y teniendo por sede la casa-sacristía del Carmen, reforzandome todas estas experiencias mi inolvidable amigo el coadjutor inquieto y torero -por las corridas que organizó y también salió escaldado- Paco Valverde Domingo, en 1963, cuando me nombró secretario del Movimiento FAC.
APOYO ESENCIAL
Lógicamente, todo esto ya lo sabía el bueno de Antonio Moreno, al que ya le había propuesto que aceptara ser presidente del Comité Organizador, lo que por mucho que insistí no acepto pero sí indicándome que no lo dudase y fuese yo, ya que la idea y su desarrollo era mía, y me inyectaba ánimos para llevarla a cabo. Hasta el punto de que se proponía como secretario, daba por sede de la organización su mismo establecimiento y me hacía ver que en todo momento estaría a mi lado. Entonces acordamos “tirar para adelante”, como se suele decir, y acordamos nombrar como vicepresidente a un buen amigo que tenía ideas y ganas para estas cosas en aquellos años, Francisco Castillo Zamora.
La idea del certamen musical ya estaba en marcha, aunque faltaba lo más esencial para llegar a su puesta en marcha o convocatoria: los medios económicos. Sobre todo había que pagar unos premios, ofrecer un sonido, carteles y publicidad, presentadores y fin de fiestas, y algunas cosas más, además de invitaciones a autoridades o personalidades que interesasen que viniesen a Alhama, etc.
Volví de las vacaciones de Navidad a Granada y la idea no se me iba de la cabeza, aunque prácticamente todo quedó en eso, una sola idea expuesta en alto. Llegó la Semana Santa de 1966 y, tanto Antonio Pastor como Pepe Gómez, me animaron a ir poniendo en marcha la propuesta, mientras Antonio Moreno, con el cariño de siempre, me animaba a que comenzase a actuar inmediatamente volviese a Granada tras aquellas vacaciones como presidente de la organización. En estas vacaciones, contando con tantos y tan buenos amigos y amigas, no se nos ocurrió otra cosa que poner en marcha el I Festival de Teatro de Alhama, que estrenó obras de teatro de Antonio Ramos y mías en la iglesia del Carmen, por la mañana, el mismo Domingo de Resurrección con un inusitado éxito tanto artístico como de público, dedicando todas las vacaciones a ensayos y más ensayos.
Piedad Alarcón y Paco Castillo Zamora, presentando el Concurso de Instrumentos, en el escenario los miembros de “Los Vibra” Carlos Molina, tercer premio, y Pepe Velasco Muñoz |
FRANCISCO GODINO E IGNACIO BELDA
Varias semanas después, ya en Granada y ahondando en la organización del Festival de la Música, pensé que la Caja de Ahorros de Granada podía ser la entidad patrocinadora que necesitábamos. Entonces, me atreví, no a enviar una carta solicitando el apoyo, sino a ir a la misma sede central e intentar ver a la persona de la que dependiese esta clase de apoyos y patrocinios, aunque se tratase del mismo director general. Trajeado, creo que era el único trajes que tenía, con corbata y todo, fui hasta el edificio de la Caja, en la Plaza de Villamena. Exponiendo a un conserje el motivo de mi visita, primero me dijo que esperase y, pasado un tiempo, me llevó hasta quien entonces venia a desempeñar el cargo de relaciones públicas o similar, cuando en realidad era quien llevaba la Obra Cultural de la Caja de Ahorros, Ignacio Belda Mendoza -extraordinaria persona y “El pintor de los nocturnos de Granada”, como sabría después-, parece ser que no le caímos mal ni yo ni mi propuesta, aunque me dijo que no dependía del todo de él y además me había saltado algo elemental, que era al director de la sucursal de Alhama, el siempre respetado y querido por los alhameños médico Francisco Jiménez Zambrano, justificando yo esto en razón a que vivía en Granada, con una enorme amabilidad me dijo que la idea era buena, indicándome que volviese a verle días después.
Cuando fui a la cita indica me recibió Ignacio Belda -años después sería concejal de Cultura del Ayuntamiento de Granada y, además, sin saberlo hasta varios años después, muy buen amigo de mi hermano Juan Manuel- con una sonrisa llena de cordialidad me indicó que el director general, don Francisco Godino Vázquez, entonces como durante todos sus muchos años de máximo representante de Cajas de Ahorros de Andalucía y España, toda una personalidad en aquel alto mundo de las entidades de ahorro, quería verme para tratar del asunto propuesto, por lo que esperase a que pudiese recibirme aquella misma mañana. Lo que, por supuesto, acepté sentándome con mi carpeta donde llevaba la propuesta. Sinceramente, esto me ilusionó porque: ¿cómo podía querer hablar conmigo todo un director general para tratar de un tema que, para él, poca importancia podía tener y que, lógicamente, si la respuesta era negativa, con indicármelo el amable del Sr. Belda era suficiente?
Esta clase de esperas, aunque sean cortas, se suelen hacer muy largas ante la incertidumbre. Don Ignacio me hizo pasar a un despacho muy amplio, más una sala de sesiones, donde en una mesa redonda de buen tamaño, estaba sentado don Francisco Godino Vázquez, con montones de documentos por todos los lados, por lo visto su despecho, al que acudiría durante muchos años sucesivos, estaba en obras. Di los buenos días, agradecí el que me recibiese y, dándome la mano, me dijo que me sentase en un sillón no muy lejano al suyo.
Lo cierto es que me hizo toda clase de preguntas, varias sobre mí, y luego interesándose por el proyecto para el que solicitábamos dinero. Preguntó si el Ayuntamiento lo compartía y nada dijo sobre que tenía que haberlo dirigido por medio de la sucursal de Alhama. Le expliqué lo mejor que pude todo y estoy seguro que observó el decidido propósito que teníamos en llevarlo a cabo.
El jurado siguiendo el desarrollo del Festival, Manolo Franco, Antonio Pastor, Alberto Muñoz, Juan Gómez y Antonio Moreno |
SORPRESA ECONÓMICA
Miró la carta de petición económica y observando que la cantidad de 6.900 pesetas era para dotación económica de los premios, me preguntó que como íbamos a hacer frente a los demás gastos, a lo que le indique que buscando patrocinadores para cada partida, pero que la esencial para celebrar el Festival era la de la cuantía de los premios, ya que el Ayuntamiento intentaría hacer frente al resto de gastos si se producía déficit y, además, esperábamos que con la taquilla y colaboraciones diversas resolveríamos la cuestión.
Entonces me dijo que no aportaba la Caja el dinero solicitado, que serían diez mil pesetas. Para aquella época, recuerde el que trabajaba entonces ¿cuanto ganaba?, y así deducirá que era una cantidad importante. Se lo agradecí, me imagino que estaría muy nervioso, indicándole que le tendríamos informado de todo y que nos agradaría que pudiese asistir. Salí del despacho y aquél señor que fue siempre Ignacio Belda, con el que pronto entable muy buena amistad, me dijo más o menos con su limpia sonrisa: “¡Estarás contento, ahora a hacer las cosas bien!”.Nuevas palabras de gratitud y yo llevaba un gozo dentro de mi cuerpo que jamás lo he olvidado. Y menos aún con el paso del tiempo, ya que pocas ediciones después hasta me trataban de una forma cordialísima, llegando hasta a colocar en la entidad a algún que otro alhameño a petición mía.
Ahí, en la primavera de 1966 comenzaba su real marcha organizativa el Festival de Alhama. El fin de semana siguiente me vine a Alhama y, con toda alegría, di la noticia de que contábamos con medios para los premios y para bastante más. Por una parte Pepe Gómez y Antonio Pastor, totalmente de acuerdo en que comenzásemos la organización correspondiente, y Antonio Moreno y yo iniciamos la relación de actuaciones a llevar a cabo, Francisco Castillo Zamora ya había sido informado en la misma Granada, no pudo venir ese fin de semana.
FECHA, LUGAR Y ORQUESTA
Concretamos lo que ya habíamos hablado en anteriores ocasiones que el Festival se denominaría I Festival de la Música de Alhama, se celebraría en plena Feria de Septiembre, el día 10, y se haría en el Patio del Carmen. Gracias a Antonio Pastor, en el contrato con la empresa “Los Alcamope”, ese sábado de feria no habría verbena -se celebraba en el Paseo, con una gran afluencia de personas- y además nos facilitarían todas las sillas para el público del Festival, ello suponía una gran aportación por parte de Comisión de Fiestas y, en definitiva, del Ayuntamiento. Contaría con dos Concursos: uno dedicado a Solistas Instrumentales y el otro a Intérpretes de Canción, pudiendo ser las composiciones artísticas inéditas o no. Su enfoque sería comarcal y procuraríamos que hubiese un representante por cada pueblo de la comarca, y más por Alhama, dada la diferencia en el número de habitantes. Dotándose los premios para los solistas en 1.300, 1.000, 800 y 600 pesetas, y para los cantantes en 1.400, 1.000 y 800 pesetas, además de sus trofeos y demás regalos respectivos. A la par, hablaríamos con la orquesta “Los Guerra” y con el conjunto de “Los Vibra” y les pediríamos que cubriesen la “faceta de orquesta del certamen” en lo que se refería a los participantes con una canción, lo aceptaron y lo hicieron, con sus respetivos ensayos, con todo acierto.
La secretaria quedó fijada, como ya decía anteriormente, en el mismo establecimiento comercial de Antonio Moreno y distribuimos carteles, folletos y notas de prensa tanto en “Ideal” como en “Patria”, ya entrado el mes de julio, tratándonos muy bien los diarios granadinos: “Para mayor información, en especial para todos los que deseen participar, diríjanse a la Secretaria del Festival (Antonio Moreno Cabello) General Mola, 7, en Alhama de Granada, antes del día 2 de Septiembre” se indicaba sobre todo. Así, quedaba efectuada la convocatoria. La calle dedicada a este general nacionalista es la actual, como desde siempre, de Arquillos.
Juan Miguel Larios recitando “Camino de la ilusión” y acompañado por Juan Ruiz, ganador con su acordeón del primer premio del Concurso de Instrumentos |
CARTELES, PRESENTADORES, PARTICIPANTES Y MONTAJES
Ante que esto último, había que resolver la cuestión de carteles y demás propaganda de mano, como la presencia de alguna autoridad provincial, así como los presentadores. La suerte nos acompañó siempre, todo lo correspondiente a imprenta así como recuerdos y regalos diversos, entrevistándome con el entonces jefe de Promoción de Surbega. S.A. Concesionario de Coca-cola y Fanta creo que en la provincia de Granada y alguna más andaluza, Juan Aragón Rodríguez, me recibió con enorme amabilidad y nos concedió lo que le solicitamos, viniendo al Festival en distintas ediciones y hasta llegando a presentarlo en alguna de sus ediciones, haciéndonos muy buenos amigos.
Los presentadores habíamos oído hablar de Piedad Alarcón, de la “La Voz de Granada”, que es de Guadix y acababa de presentar un certamen parecido en su pueblo, y a pesar de su juventud era excelente en esta tarea, la visité y aceptó venir a Alhama. Ella me recomendó que el presentador fuese su compañero Alberto Muñoz, buen chico y profesional, que compartiera la presentación con Paco Castillo Zamora, lo que no le agradó a Piedad, ni a mí, por lo que me vería obligado a tomar mis medidas. Alberto, alternándose con Piedad, compartió también lo de ser miembro del jurado.
Por mucho que lo intentamos, hasta llamando el alcalde de Alhama a cada uno de los alcaldes de los pueblos de nuestra comarca, no fue posible la presentación de instrumentista o cantante alguno. Nuestra idea comarcal, en esto de la canción y la música fracasó rotundamente. Sólo contábamos con los de Alhama y también tuvimos que presionar a algunos amigos para que se presentasen. Prácticamente pocos días antes, conseguimos un número apropiado para poder llevar el certamen a cabo en sus dos facetas.
Preparamos el Patio del Carmen lo mejor que pudimos, colaborando muchos amigos, sobre todo jóvenes, por ejemplo, en la colocación de los cientos de sillas alrededor de mil, las mismas de la verbena que esa noche no se celebraba y las de la verbena que los domingos tenían lugar en el mismo patio. Esto de las sillas se hizo ya célebre, pues eran muchas horas acarreando y disponiendo sillas para lo que estábamos los primeros los miembros del Comité Organizador. Como solía recordar con mucha gracia mi entrañable amigo Michel, Miguel Ramos Espejo. Mientras otros se encargaban de otros aspectos, mesa del jurado, instalación y apertura de taquilla en la reja de la escuela que daba al Paseo y, sobre todo, instalación eléctrica completa para instrumentos y, sobre todo, para la buena iluminación del escenario, de lo que se encargó, con la maestría que le distinguía ya a pesar de no dedicarse a ello, sino a sus estudios, a pesar de ser muy joven, mi apreciado amigo Paco López Castillo, actual decano del Colegio de Ingenieros Industriales de Córdoba y “Alhameño del Año 2010”.
FESTIVAL, RECITAL Y JURADO
Lo de la autoridad, Pepe Gómez habló con el delegado de Información y Turismo de la Provincia, Antonio Gallego Morell, y me dieron fecha para visitarlo. Así lo hice, le agradó la idea y prometía venir a inaugurar el certamen musical, luego, por problemas de última hora, no pudo asistir, y menos mal, pues pusimos la hora de inicio a las nueve y media de la noche y resultó que no comenzó hasta las once, eso sí con todas las entradas vendidas y un Patio del Carmen a rebosar.
Se inició el Festival con la correspondiente presentación por parte de Piedad Alarcón y Alberto Muñoz, y se pasó al Concurso de Solistas Instrumentales, Juan Ruiz fue el ganador con su acordeón, era un verdadero maestro; siguiéndole Federico Ramos, con su bandurria, otro maestro, de casta le viene al galgo, ahí está su hijo Diego y su nieto Federico, orgullo de toda Alhama, y Carlos Molina, consiguió el tercero puesto, con su guitarra eléctrica. En el Concurso Intérpretes de Canción, con su portentosa voz, el primero fue Miguel Ruiz, hermano del ganador anterior, el segundo Carmen Pérez y el tercero Eduardo Torres González-Boxa, quien a partir de sucesivas ediciones formó parte del Comité Organizador del Festival.
Entre ambos concursos intervino, recitando magníficamente como él sabía hacerlo, Juan Miguel Larios, un poema mío que se denominaba “Camino de la ilusión”, aunque todos los que sabían a quien iba dedicado lo denominaban “Morenilla” y que fue publicado en el programa de Fiestas de aquél año, convertido en el número uno de “La Comarca, Revistar oficial de la Comarca de Alhama”.
El jurado estuvo constituido por Antonio Pastor Fernández, presidente de la Comisión de Fiestas; Juan Gómez Ortiz, verdadero entendido en canción y música; Manuel Franco Morales, alhameño y magnífica locutor de “La Voz de Granada”, y Piedad Alarcón y Alberto Muñoz que se alternaban en la presentación y en cada uno de los concurso, actuando de secretario quien lo era de la organización, Antonio Moreno Cabello.
Antonio Pastor, Alberto Muñoz y Andrés García Maldonado consultando la resolución de alguna incidencia propia del Festival |
ÉXITO Y BUENA REPERCUSIÓN
Es precisamente Antonio Ramos Espejo, uno de los grandes periodista en la Historia del Periodismos Andaluz, Medalla de Andalucía e Hijo Predilecto y Medalla de Oro de Alhama, quien publicó una de las crónicas del festival, todas ellas buenas y laudables, la de “Ideal” al no hacerlo nadie la hice yo mismo. La de Antonio, quizás una de las pocas veces que publicase en este diario granadino, textualmente fue la siguiente:
“Alhama: Fue un éxito el I Festival de Música y de la Canción”
ALHAMA.- No ha sido necesaria la brisa del Mediterráneo, ni un nombre tradicionalmente consagrado a la música, lo que ha dado origen a este nuevo Festival. Han sido unos Tajos quienes lo han inspirado. Alhama de Granada ha dado a la luz un nuevo Festival de la Música en sus dos modalidades: solistas instrumentales e intérpretes de la canción. Lo más importante de este hecho ha sido la entrega incondicional de Andrés García Maldonado, quien solo ha dado vida al Festival, con el empuje que le nace de su ferviente amor a su pueblo. Merece toda clase de elogios.
Piedad Alarcón y Alberto Muñoz, conocidos locutores de “La Voz de Granada”, alternaron la presentación del Festival con el alhameño Castillo Zamora. El jurado, compuesto por don Juan Gómez Ortiz, ilustre abogado y de gran sensibilidad musical; don Antonio Pastor, teniente de alcalde de la ciudad; don Manuel Franco Morales, locutor de “La Voz de Granada”, y por Piedad y Alberto, que alternaron igualmente en el jurado,, actuando de secretario don Antonio Moreno, presidente de la Agrupación Artística del Carmen. Concedieron, juntamente con el consentimiento unánime del público, que acepto sin vacilación el veredicto de los seis premios otorgados, distribuidos de la siguiente forma:
Solistas instrumentales: primer premio, don Juan Ruíz; segundo premio, don Federico Ramos; tercer premio, don Carlos Molina.
Intérpretes de la canción: primer premio, don miguel Ruiz; segundo Carmen Pérez, que de haber tenido el acompañamiento de una orquesta hubiera dado que discutir uno de los primeros premios. Otra mención la obtuvo don Eduardo Torres, con canciones originales, una de ellas, “Mujer alhameña”. Eduardo promete con su guitarra.
Ellos son carpinteros, buenos carpinteros; pero tallan mejor en la música que en la madera. Ellos son hermanos, Juan y Miguel: primer premio de solistas instrumentales y primer premio de intérprete de canciones. Lo que han merecido. Su entrega a la música ha sido constante. Dicen que han nacido en la música y han sido galardonados por vez primera por méritos indiscutibles y por simpatía. Los dos son de la orquesta “Los Guerra” igual que don José Luis, también galardonado, la cual actuó de orquesta oficial del Festival, conjuntamente con el juvenil y simpático conjunto “Los Vibras”.
El I Festival de la Música de Alhama ha sido un éxito. Alhama merece mucho más y ya se piensa en un Festival de mucha más envergadura, provincial, regional…y en un recinto más amplio, tal vez el balneario, con su inmejorable marco natural. Turísticamente hay que pensar en Alhama, el Festival le favorece, porque Alhama ya es música, música de río, tajos: balneario e Historia; en segundo término ayuda a la acción turística su situación geográfica, de Málaga a Granada, un balcón intermedio de aires de provincias; lo castizo de Granada en lo moro, en suspiros, y en el aire malagueño que se asoma a las puertas de su Sierra Tejeda.
La Caja de Ahorros y Surbega, S. A., han dado el apoyo económico necesario y creemos, gracias a su colaboración eficiente, que sea posible confiarles la repetición a mayor escala de otro más ambicioso.
Piedad Alarcón ha puesto todo el encanto de su voz, toda su elegancia en el escenario del Carmen. Ella ha triunfado de lleno en Alhama. Ha movido el festival su sangre, ha sido la luz dar resultado.- Antonio RAMOS ESPEJO
Miguel Ruiz, ganador absoluto del Festival con su potentísima voz y buen gusto cantando |
SUPERAVIT PARA LA BANDA DE MÚSICA
Por último, indicaré que, como ha solido ser norma personal en cuantos cargos he desempeñado a lo largo de mi vida, siendo presidente o director, o en cualquier otra función, la contabilidad y disponibilidad económica jamás ha estado bajo mi custodia o decisión, siempre a los correspondientes órganos de dirección o gobierno de esas entidades, he impuesto que esta función además de por los tesoreros o administradores que así lo hacían contaran con una persona especial que auditase permanentemente, en este caso de los festivales que dirigí en mi primera etapa fue el bueno y recordado Ramón Molina Fernández, en la segunda el mismo Ayuntamiento.
Afirmo esto porque el I Festival, hasta el décimo, siempre dejaron muy buenos fondos gracias a los apoyos económicos que gestionamos así como a sus taquillas. Con el superávit que se obtuvo en el I Festival de Alhama, se pagaron los trajes de los miembros de la Banda de Música Municipal que se había puesto en marcha en el mes de junio anterior.
En su segunda edición el festival se denomino II Festival de la Canción y se le dio una gran proyección entre las provincias de Granada y Málaga, con el lema “Alhama puente entre Granada y Málaga”, contando con el apoyo de los gobernadores civiles de Granada, entonces Antonio Gómez Jiménez de Cisneros, amigo de Pepe Gómez, y de Málaga, el granadino Ramón Castilla Pérez, con el que tenía continua relación como redactor del diario “Sol de España” que cubría a diario la información del Gobierno Civil de la Provincia y otras instituciones oficiales, que tantos favores nos hicieron, y en la tercera edición pasó a denominarse Festival Regional de la Canción, comprendiendo toda Andalucía Oriental. Irían pasando los años y las décadas, y el Festival de Alhama se convertiría en el decano de España en ediciones, en su clase, superando al mismo de Benidorm en este sentido.
Pero, de todo esto, ya hablaremos en otra ocasión que se considere oportuna en “Volviendo al ayer” de nuestra “Alhama Comunicación”.
Cartel del I Festival de Alhama (1966) |
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