Placa que dedicó el Patronato de Estudios Alhameños, en el IV centenario |
En la sesión municipal del 22 de octubre de 1847, presidida por don Francisco de Toledo y Muñoz, probablemente el mejor alcalde que tuvo Alhama a lo largo de siglo XIX y uno de los más destacados de toda su historia, entre otros muchos e importantes asuntos, se trató el proyecto y aprobó el correspondiente acuerdo de gran importancia a propuesta del mismo alcalde, razonado amplia y adecuadamente, como todos los suyos, que en la correspondiente acta municipal se recogía así:
“Por el Sr. Presidente se manifestó a la Corporación con un extenso y razonado discurso la utilidad y ventajas públicas que se conseguirían con la traslación de la Cárcel al local que ocupa hoy el Hospital de Caridad de esta Ciudad, la de este al Convento de las Monjas de Santa Clara, y la de esas al Convento de S. Pascual Bailón, en el expresado discurso se hizo conocer la necesidad de establecer para Cárcel que a la vez que reúna la seguridad indispensable, goce también de ventilación y demás requisitos de salubridad que tan recomendado se halla, cualidades todas que concurren en el local que ocupa el Hospital de Caridad, de fábrica de sillería, con patio y agua de propiedad, salas altas y bajas donde a la vez podrán custodiarse los presos con distinción de sexos; establecer Sala de Audiencia, archivo y Secretaria del Juzgado con todo lo demás indispensable al objeto. Que en atención a ser indispensable la conservación del Hospital por ser este pueblo miserable -el sentido que se daba a esta palabra en ese momento es el de desdichado o pobre- donde se hallan establecidos unos baños termales a donde concurren pobres de todo el Reyno, su establecimiento en el actual Convento de Monjas apropiado para este objeto, y de capacidad para lo que se propone, sería altamente conveniente, y en el mayor grado el de las Monjas de Santa Clara al exconvento de S. Pascual situado en una extremidad del pueblo donde gozaría de la ilustración y beneficios que prodiga nuestra Religión, una mayoría considerable de este vecindario de que actualmente carecen, supuesto que la situación que ocupa y lo endeble de su fábrica según resulta de la tasación practicada por arquitectos de la Capital cual aparece en el B.O. de esta Provincia cuya copia fue presentada, no permiten siquiera el pensar en el establecimiento de la Cárcel en ese local; que los gastos que traerían consigo estas traslaciones son llevaderos en razón a que los de la Cárcel se soportarían entre todos los pueblos de esta partido judicial, la del Hospital al actual Convento de Monjas la Junta de Beneficencia, y la de aquellas al exconvento de S. Pascual el celo religioso de los vecinos de esta Ciudad. Habida discusión sobre el particular y altamente satisfechos la Corporación de la conocida utilidad y ventajas de ese proyecto, pero deseoso de ilustrarlo cual corresponde acordó por unanimidad se oiga a la Sociedad de Amigos del País de esta Ciudad a cuyo efecto se le pase oficio circunstanciado. Deduzcan Certificado de este particular y formen el oportuno expediente”.
Como observará el lector, ya por la síntesis que recoge el acta municipal de la propuesta, por su exposición y razonamientos, don Francisco de Toledo contaba con una capacidad e inteligencia como gestor público realmente elevada.
El pórtico de piedra del centro de la imagen, antiguo convento de las clarisas en Alhama |
Decidido apoyo al proyecto
En enero de 1848, don Francisco de Toledo, abogado de la Audiencia Territorial, secretario honorario de S.M., presidente de la Sociedad Económica de Amigos del País y de la Junta de Beneficencia, da posesión de la alcaldía constitucional a don Juan Negro Jiménez, que, tras destacar la excepcionalidad del alcalde saliente, así como de su labor desarrollada, hace referencia a que no ha podido culminar otros importantes y beneficiosos proyectos para toda Alhama por falta de tiempo y, entre éstos, se encontraba el que acabamos de hacer referencia y que ya estaba en marcha.
La Sociedad Económica de Amigos del País no sólo se manifestaba partidaria de que se llevase a cabo el proyecto, que ya se conocía por “Triple proyecto de la Cárcel, Hospital y Monjas”, sino que ofrece su mejor apoyo para culminarlo y así se lo comunica al Ayuntamiento. Éste en su sesión del 28 de julio de 1848, acuerda que “El Cura de la iglesia Mayor Parroquial de esta Ciudad” se sirva informar sobre los extremos que comprende, “siendo extensivos a que manifieste si la traslación de las Monjas al Convento de S. Pascual Bailón hay algún obstáculo canónico legal que lo impida”.
En la sesión municipal del 11 de septiembre de aquel mismo año de 1848, se da cuenta del oficio que dirige a la Corporación el Cura propio de la Parroquia, en el que informa también a favor del proyecto, y por lo que el Ayuntamiento por unanimidad acuerda se eleve “Respetuosamente a S. M. la Reyna (Q.D.G.) a fin de que se sirva conceder el convento de San Pascual Bailón de esta Ciudad para trasladar las Monjas de Santa Clara y autorizar la de la Cárcel al Hospital actual y la de éste al edificio que hoy ocupan las Monjas haciéndole presente las inmensas ventajas que reportaría a este vecindario la realización de estos proyectos; todo lo cual se remitía por conducto del Sr. Gefe Político de esta Provincia a quien se suplique se sirva acompañarlo de su informe favorable”.
Antiguo convento de las clarisas, muy cerca de la iglesia parroquial |
Real Orden aprobando el proyecto
El 8 de julio de 1849 se accede a la petición del Ayuntamiento de Alhama, en el acta de la sesión municipal del 22 de aquel mismo mes, se recoge, lo que por su gran interés para este tema, literalmente transcribimos:
“Se dio cuenta de la Real Orden de fecha ocho del corriente por la que S. M. en virtud de la comunicación del Excmo. Sr. Ministro de Gracia y Justicia y expediente instruido por el Ministerio de Hacienda se ha servido acceder a la pretensión de este Ayuntamiento solicitando la traslación de las Monjas de Sta. Clara de esta Ciudad al exconvento de S. Pascual Bailón de la misma, cediéndose el que actualmente está y no otra Comunidad para establecer el Hospital y el edificio de este para la Cárcel Nacional; en su virtud y de las prevenciones que se hacen por el Sr. Gefe Político de la Provincia para la execución de la primera, el Ayuntamiento por unanimidad acordó su cumplimiento, y que mediante a que la Sociedad de Amigos del País en su comunicación del diez y ocho de junio del año último manifestó hallarse dispuesta a cooperar por cuantos medios están a su alcance a la realización del triple proyecto tan luego como se obtenga la autorización del Gobierno de S.M. y con sus intereses para la traslación de las Monjas al convento de S. Pascual Bailón, pásesele oficio a la misma con copia de la expresada Real orden manifestándole que llegado el caso de poner en execución esta obra como primer paso para que puedan tener efecto los demás proyectos que se propusieron, es necesario de que en conformidad a los filantrópicos sentimientos que le animan se adopten cuantas disposiciones sean consiguientes para su debida y pronta execución, y que esta Corporación al efecto y sin embargo de hallarse dispuesta a cooperar por cuantos medios sea posible, le da las más amplias facultades para todo lo que sea indispensable. Y respecto a que ha de nombrarse una comisión para la execución de la obra y esta ha de ponerse de acuerdo con las Religiosas de quien debe recibir explicaciones y convenir en la distribución de oficinas oficiales al Ytmo. Sr. Arzobispo de esta Diócesis para que la faculte ínterin dure la obra y sea necesario pueda entrar en la Clausura y enterarse de cuanto sea preciso y que al efecto se sirva S. Y. expedir sus órdenes a la M.R.M. Abadesa para que le conste”.
Traslado de las monjas a San Diego
Don Francisco de Toledo, primero como alcalde, después como presidente de la Sociedad de Amigos del País y siempre como singular alhameño, fue en todo momento el impulsor de este proyecto, como bien hemos visto, por ello, al fallecer en agosto de 1850, perdió el triple proyecto su máximo animador, quedándose el mismo en lo que era su primer paso importante, el traslado de las Monjas de Santa Clara de su convento de la calle Alta Iglesia al que había sido, hasta 1835, de San Pascual Bailón de Franciscanos Alcantarinos, afectados por la desamortización, lo que se llevó a cabo entre el indicado 1849 y finales de 1851, ya que el Ayuntamiento, a principios de 1852, tratando sobre un oficio del Juez de Primera Instancia, en el que exponía la urgencia en reedificar la Cárcel, por el triste y lamentable estado en el que se encontraba, hace referencia al triple proyecto y dice: “…y resultando del mismo haber tenido ya efecto la traslación de aquella comunidad al expresado exconvento, y de todo libre el que ocupaba para Hospital, parecía ya oportuno el que se verificasen las otras dos traslaciones atendida la presente necesidad”.
En esta misma traslación se recoge que el traslado de las Monjas de Santa Clara ha supuesto mejoras considerables “tanto para aquella comunidad que se ha ensanchado en un Convento de más capacidad situado en el barrio más distante de la Parroquia, donde los pobres carecían en parte de los auxilios espirituales; como para la Cárcel que se trasladara de un lugar inmundo e inmerecido, al mejor edificio de esta ciudad respecto a la solidez de su obra que toda o la mayor parte es de sillería…; y sin que ninguno de los requisitos que son indispensable para Hospital, quede que desear a ese establecimiento luego que sea trasladado el convento al convento que dejaron los franciscanos, por estar este dispuesto de todo lo necesario, sin que para ello haya que hacerse gasto alguno”.
El Ayuntamiento indica al juez que va a intentar que no se demore la continuación del denominado “Triple Proyecto”, el que no se había culminado por falta de medios, pero cierto es que nada se hará y, durante años, se insiste una y otra vez en el mal estado, de verdadera ruina, de la cárcel, pero, prácticamente, ni se vuelve a mencionar el proyecto.
De izq. a dcha. sor Francisca, sor Pilar y sor Clara, imagen de 2012 |
Así, nuestra siempre respetadas y queridas Sor Clara -siempre inolvidable-, Sor Francisca y Sor Pilar -igualmente respetadas y apreciadas por todos los alhameños-, cuando tuvimos el honor de organizar y celebrar el IV Centenario de la llegada de las Clarisas, presentes en Alhama desde 1612, en el Convento de San Diego como todos conocemos el de La Inmaculada Concepción de las Hermanas Clarisas de Alhama, llevaban desde 1849, 163 años y, al día de hoy, unos 172 años.
Bibliografía. - Archivo Histórico Municipal de Alhama, actas de las sesiones municipales del Ayuntamiento que se concretan.
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