Yo haré que la lluvia cese, / yo haré que los vientos callen. / Y mientras mezo tu cuna / haré que el mundo se pare.
Nana del abueloDuerme, duerme tranquilo,
pequeño mío.
No tengas miedo a nada,
yo estoy contigo.
Aunque los furiosos vientos
ululen en la montaña,
aunque tempestuosas lluvias
golpeen en la ventana;
aunque invisibles fantasmas
quieran perturbar tu sueño
y traviesos duendecillos
vengan y vayan corriendo.
Yo haré que la lluvia cese,
yo haré que los vientos callen.
Y mientras mezo tu cuna
haré que el mundo se pare.
Y antes que la luna llena
se esconda al rayar el alba
le pediré dos luceros
para que juegues mañana.
Celestiales querubines
tocan violines de plata
y un coro de ángeles blancos
cantan para ti una nana.
Para que soñando juegues
con las hadas y los elfos
entre arroyos de agua clara,
entre campos de romero.
No tengas miedo a nada.
Duerme, mi cielo,
que junto a tu cunita
vela el abuelo.
Santa Cruz, marzo 2021
Luis Hinojosa D.
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